Seis parroquias de la Diócesis de Ourense, las "más grandes y todas ellas de la capital", señala el delegado diocesano de Cáritas, Ángel Feijóo Mirón, estarían dispuestas ya a compartir sus recursos y a tutelar en acogida a familias de refugiados sirios. Feijóo Mirón no facilitó el nombre de estas parroquias "porque de momento solo son las más importantes y con más recursos, aunque sabemos que si hay necesidad de ayudar todas están dispuestas a cumplir", explica.
El Papa Francisco lanzó la primera llamada de atención a la comunidad cristiana ante la grave situación de miles de familias del Oriente Próximo, especialmente de las que huyen de la guerra de Siria, y en el caso de Ourense, el obispo de la Diócesis, Leonardo Lemos Montanet, ha instado a toda la comunidad diocesana a poner los medios necesarios para acoger a estas personas, especialmente a los servicios de Cáritas.
La primera parroquia que se ha postulado públicamente para acoger a una familia siria, si el Gobierno central así lo decide, ha sido la de Mariñamansa.
"Cáritas tiene recursos para atender, bien en pisos de acogida, bien en algunas casas parroquiales, a bastantes familias de refugiados, pero estamos pendientes de lo que digan Cáritas estatal, y también de una inminente reunión con el subdelegado del Gobierno en Ourense, Roberto Castro, para analizar cómo se coordina esta labor en la diócesis", explica el delegado diocesano de Cáritas.
La ventaja de estos refugiados que puedan llegar bien en solitario, desde huérfanos, a familias enteras que se deriven a las distintas parroquias de Ourense "es que ellos están protegidos por los estatutos del exiliado. Esto permite que cuando llega un inmigrante ilegal hasta que consiguen todos los papeles, de identidad, documentos sanitarios o escolares gozan de todos los derechos de cualquier otro ciudadano", indica Feijóo Mirón.
Es decir que si se acepta la oferta que hace el Obispado de Ourense a través de Cáritas y llegan a la provincia refugiados "se hará todo lo posible para insertar a los niños, buscarle trabajo, darle un hogar, incluso, según el caso, con régimen de acogida con otras familias si fuera necesario", explica el delegado de Cáritas, "tanto con recursos propios de los que disponemos, como con las ayudas que puedan aportar instituciones", indicó.
