Daniel Losada fue uno de los vecinos de ese triángulo negro del fuego, que atemorizó este fin de semana a decenas de aldeas de la provincia de Ourense. Gestiona siete granjas de pavos en la comarca, "y todavía no hemos evaluado pérdidas pero algunos animales perecieron. El calor exterior los estresa", afirma desde su granxa de Vilela
Pero su granja es de Coren y todas las que gestiona esta macrocooperativa, cumplen la normativa, mantener cortada la maleza a una distancia mínima de 50 metros. Un imperativo legal que no siempre se cumple pero que hizo que la alarma fuera en muchos de estos casos, menor. El abandono del rural fue una vez más la estopa que desbocó el fuego en Cualedro
"Claro que hay una normativa pero "¿sabe qué ocurre?, que cuando vemos que una finca está abandonada y tratamos de ponermos en contacto con el propietario nos encontramos con 19 herederos y hay tenemos que parar. No sabemos a quien traspasarle la responsabilidad", explica el alcalde de Trasmiras, Emilio Pazos Ojea.
El alcalde de Baltar José Antonio Feijóo insiste en que hay que hacer cumplir la ley y limpiar bien fincas y entorno de viviendas. Y los alcaldes debemos ser los primeros en dar ejemplo".
Para María una vecina de Vilela que perdió en este incendio buena parte de los rulos de paja con los que iba a alimentar su ganado durante la campaña de invierno ya resulta tarde para lamentaciones.
Al igual que para José Antonio propietario de varios terrenos de trigo y centeno calcinados a lo largo de este verano en cinco incendios que hubo este verano en la zona de Vilar de Lebres donde tienen una granja de 300 cabezas de ganado a las que ya no tendrá que darle de come. "Le ardió todo y ahora este granjero está ingresado con un brazo quemado al tratar de impedir que se quemara su granja" explica Emilio Pazos. Un colectivo de vecinos de Cualedro hizo público ayer un comunicado en el que critica el modelo modelo de lucha contra incendios forestales, al ver que "no da los resultados esperados". En ese manifiesto ciudadano piden a la Xunta "un plan estructurado" ante la existencia de tierras abandonadas en el municipio, así como un endurecimiento de las penas a los incendiarios, que en su opinión deben ser aplicadas "de una forma ejemplar y sin paliativos". Los vecinos recuerdan que hace dos años, Cualedro ya volvió a registrar el incendio más grande de Galicia " por lo que este es un problema de primera magnitud".
