Otra de las cuestiones a las que daba cumplida respuesta el presidente del Gobierno en su encuentro con la prensa fue la referida a la reforma constitucional, cerrando la puerta a un tema que considera "complejo, difícil y delicado". Y a las propuestas que se realizan, la última de Duran i Lleida, la contestación de Rajoy dejaba clara la postura del Gobierno: "Lo básico es saber qué se quiere hacer, luego buscar el mayor consenso posible", para rematar con que "no es el momento, ya que estamos al final de la legislatura".

Pero fue especialmente contundente con las propuestas que llegan desde la Generalitat de Cataluña en su intento de "liquidar la soberanía nacional". Rajoy asegura que cualquier reforma pasa por mantener la unidad de España. Y proclamar que "la unidad de España no se puede poner en tela de juicio".

"Mientras yo sea presidente no se hablará de liquidar la soberanía nacional; no se pondrá en tela de juicio la unidad de España", sentencia Rajoy, que además apeló a la "igualdad entre los ciudadanos", que algunos pretenden "romper" con sus propuestas.

Rajoy advirtió que "no tiene sentido especular con esa cuestión", para zanjar el tema desde el "constitucionalismo" que siempre defendió el Partido Popular. El presidente rechaza de plano cualquier otra propuesta: "Quien quiera hablar de eso, en esos términos que se plantean, conmigo no va a hacerlo", concluyó.