Solo dos horas después de que quedara desactivado el Nivel 2 por el riesgo para viviendas y vecinos de varias localidades de Ourense y Pereiro de Aguiar, otro incendio elevó la tensión al otro lado del Miño. Poco después de la medianoche del lunes al martes, Castro de Beiro sufrió un nuevo ataque en la periferia de la ciudad, que con 30 hectáreas arrasadas, y aún activo, eleva a 275 la cifra de superficie que ha sido esquilmada por tres incendios diferentes desde julio, a ambos lados del Miño. Como en todos esos casos, los vecinos pasaron horas en vela, temerosos de que las llamas llegaran a sus viviendas. La misma noche del lunes al martes se registraron otras alertas en los alrededores de la ciudad: Cudeiro, Ceboliño, el entorno de la presa de Velle o el Seminario también padecieron la proximidad del fuego. Los bomberos, mermados por falta de efectivos, apenas han podido estar en la base en los últimos días.

Casi al anochecer, signo evidente de la intencionalidad según la Xunta, un frente fue creciendo a favor de la pendiente en terrenos de difícil acceso con catalogación ambiental de Red Natura en la parroquia de Pradorramisquedo, en el concello de Viana do Bolo. Según el alcalde, Secundino Fernández, hubo "5 focos distintos de inicio", poco después de las nueve y media de la tarde. El incendio arrasó monte bajo y, en menor medida, superficie con robles. La última estimación de terreno calcinado es de 294,5 hectáreas, según la consellería de Medio Rural. Está estabilizado desde ayer al mediodía.

Entre los principales de la treintena de incendios forestales declarados el lunes y el martes en la provincia de Ourense la superficie calcinada llega a 403,5 hectáreas, sumando las cifras provisionales de la Xunta. Un fuego ya extinguido arrasó 28,2 hectáreas en Montederramo -la mayoría rasas-, mientras que el enésimo que causó daños en el Xurés -21 según la Xunta en la zona de Entrimo- se dio por sofocado a las 21.15 horas de ayer.

Han ardido unas 30 en el frente entre Ourense y Pereiro de Aguiar iniciado la madrugada del domingo al lunes -también quedó controlado ayer a primera hora de la tarde-; la misma superficie afectada por el fuego nocturno que comenzó junto a la carretera de la Costiña de Canedo, en Castro de Beiro. Hubo varios focos, según fuentes del servicio de extinción, y las brigadas y bomberos tuvieron que hacerle frente para que no llegara a las viviendas de las proximidades. Por la mañana, numerosos medios aéreos, incluido un hidroavión de gran capacidad, mermaron el frente. Un día más, Ourense amaneció cubierta de humo. Por la tarde, brigadas, agentes y autobombas de las provincia de Ourense, Lugo y Pontevedra trabajaron en la zona para culminar el operativo. A las 21 horas se consideró estabilizado.

Mientras la lluvia no lo mitigue, la alerta no cesa. Toda la provincia de Ourense, como la de Pontevedra y parte de la de A Coruña y Lugo, está en riesgo extremo. Ayer se registraban una decena de incendios en Padrenda, Lobios, Baños de Molgas, Cea, Vilamarín, A Peroxa o Maceda.