Más de 50.000 personas; 30.000 kilos de pulpo, una incontable legión de pulpeiras distribuidas en la Alameda de la villa, restaurantes y en puestos callejeros y amplios espacios de estacionamiento para albergar los cientos de vehículos particulares y autocares llegados de toda Galicia y de las provincias limítrofes como León o Zamora.
Son algunas de la cifras de la Festa do Pulpo de O Carballiño, que convirtieron de nuevo ayer este municipio ourensano, en la cita gastronómica más importante de Galicia. Este año en su edición número 53, la fiesta batió de nuevo todos los récords, como el que alcanzaron hace unos días al elaborar la tapa de pulpo más grande del mundo.
"En esta edición superamos con creces las expectativas que teníamos; pero ese mérito no es nuestro, sino de todo el trabajo colectivo que ha realizado este pueblo", reconocía ayer el alcalde socialista Francisco Fumega, en su primera Festa do Pulpo como regidor del municipio.
La Alameda de O Carballiño fue en las horas punta de degustación un hervidero de visitantes, que multiplicaron casi por cuatro durante la jornada la población censada en el municipio.
Solo una colisión
Francisco Valeiras, jefe de la Policía Local de O Carballiño y responsable del operativo de seguridad de esta fiesta, en la que participaron 120 personas pertenecientes a los distintos cuerpos y servicios, desde policiales a Protección Civil, bomberos y sanitarios, señaló ayer que "empezamos a organizar el dispositivo una semana antes, pero esta es una rutina, todo ha ido rodado". De hecho entre tantos cientos de vehículos "solo se registró una colisión entre dos turismos, con daños leves".
Alguna lipotimia y un amago de infarto que no fue tal, son el único balance de incidencias de una jornada que pese a todo, solo dio titulares para la alegría, gracias a unas pulpeiras, las de Arcos, que llevan el sello de ser las mejores en la preparación de este cefalópodo.
Si en la gran fiesta popular de la la Alameda se degustaron más de 30.000 kilos de pulpo, en la comida oficial en un recinto acotado dentro de ese mismo parque y en la que participaron 1.500 invitados,se degustó una tonelada más. Allí coincidieron entre muchos otros, la directora Xeral de Turismo, Nava Castro, así como el actual alcalde de O Carballiño con algunos de sus antecesores, como Carlos Montes o Argimiro Marnotes. También cineastas como José Luis Cuerda y decenas de amigos.
La gran cita gastronómica de la Alameda fue el broche a una semana grande de festejos en torno al pulpo, una manjar que llegó a la comarca gracias a los frailes cistercienses de Oseira que recibían este pago en especies de sus feudos en la costa gallega.
La fiesta comenzó hace 53 años cuando un grupo de amigos celebró una fiestas improvisada que decidieron continuar cada año. En la segunda edición sirvieron 3.000 raciones de pulpo. La cita fue creciendo hasta que, en1972 ya conseguía la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional.
