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Una obra inédita se muestra al mundo Una obra inédita se muestra al mundo

Un ourensano saca a la luz La Misa, una obra inédita de un Picasso aún adolescente

El cuadro llegó al actual propietario, el economista Luis Vilallonga, por herencia familiar - "Solo queremos que el mundo conozca esta joya única" afirma -Un Picasso vendido en mayo alcanzó los160 millones de euros

Está pintado sobre cartón, mide apenas 22,7 por 32,7 centímetros y representa el fugaz momento en el que siete figuras humanas, difuminadas por la luz tenebrista del interior de una iglesia, participan en un oficio religioso. Se titula "La misa " y estuvo colgado durante años en el domicilio particular de una familia ourensana, a cuyas manos llegó hace ya varios lustros, y permaneció ajeno a museos y casas de subastas.

Los propietarios sabían que el cuadro, pese a carecer de un firma visible, había sido donado a la familia gallega a la que se la adquirieron, por un genio mundial de la pintura, pero siete estudios de expertización ahora rematados, análisis realizados por especialistas de distintas universidades, así como el profundo estudio pictórico e histórico realizado por el artista y articulista ourensano Miguel Ángel Martínez Coello, que verá la luz este año en forma de libro de coleccionista, avalan ante el mundo que "La misa" es obra de Pablo Ruiz Picasso (Málaga, España, 1881-Mougins, Francia 1991). Ahora este diminuto pero fascinante cuadro, se presenta al mundo, desde Ourense.

La obra ha dejado de ser desde hace cinco años uno de los referentes íntimos de ese salón familiar de la ciudad de As Burgas y está custodiada en las cámaras blindadas de una empresa de seguridad que, para empezar, ha fijado el precio mensual por el servicio que presta, partiendo de un valor base de tasación de cuatro millones de euros.

Una tasación anecdótica, pues en mayo de 2015 uno de los cuadros de Picasso, "Les femmes dÁlger", fue vendido por 160 millones de dólares en una subasta, el precio más alto alcanzado por una obra pictórica.

El consultor y economista afincado en Ourense, Luis Vilallonga es miembro de la familia propietaria de "La Misa", una obra que, pese a no pertenecer a ninguna de las corrientes que consagrarían al autor, y que forman parte de su legado más cotizado, muestra ya según los expertos los trazos "de un futuro genio", explica. Por eso "hemos decidido "sacar esta obra la luz, y ponerla con ello en valor, como obra única den tro del legado de Picasso".

Su intención, ratifica con insistencia, "es que el mundo la conozca, pues en estos años solo se ha mostrado en círculos muy cerrados, a amigos y a determinados inversores, que buscaban con su compra hacer un negocio, especular; pero para nosotros esta no es una operación de mercado sino la puesta en valor de la misma de una obra inédita", explica.

La firma escondida

Estos últimos análisis utilizaron algunas técnicas novedosas, que descubrieron algo nunca detectado a simple vista: la firma con las iniciales P R. Pablo Ruiz. El trazo es el mismo a otras firmas que empleó antes de recurrir al apellido de su madre, Picasso, con el que pasaría a formar parte de la historia.

La Misa pudo ser pintada entre 1895 y 1897 por el autor malagueño, cuando era apenas adolescente en la etapa que la familia vivió en Barcelona, tras el traslado por motivos labores del progenitor desde A Coruña a la Ciudad Condal.

Análisis bioquímicos, de rayos uva y otros métodos casi inexplorados, han permitido ahondar en el ADN de esta especie de incunable de la obra iniciatica de uno de los padres de las pinturas de vanguardia, una obra que durante años dormitó en Ourense.

El cuadro , como relata Martínez Coello La familia de Picasso, llegó a La Coruña en 1891 desde su Málaga natal, donde su padre ocupó una plaza d eprofesor de Bellas Artes, tras ser cesado como conservador del Museo de Bellas Artes malagueño. En Coruña José Ruiz entabla amistad Ramón Ramón Pérez Costales. En 1985 el padre de Picasso fue traslado a Barcelona para ocupar ocupar una cátedra en la Escuela de Bellas Artes. Fue en una de las visitas a Barcelona que le hacía el doctor Costales, donde el niño Picasso le regaló este cuadro. Pasados los años Costales y su esposa fallecieron sin dejar descendencia, no sin antes trasmitir en herencia éste y otros cuadros a la familia coruñesa Eiroa Rama.

Dos mujeres de esta familia fueron las que decidieron vender en 1964 y con toda discreción, para no ofender a un ya entonces afamado Picasso, que aún vivía esta obra a un comprador ourensano. Con el tiempo el cuadro llegó la familia de Luis Vilallonga. Desde entonces un trocito del genial pintor latió en Ourense ahora además se presenta en sociedad.

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