Calles desiertas, bares cerrados, persianas bajadas y el calor como tema de conversación recurrente entre aquellos que se atreven a salir de sus casas. Es el verano en Ourense. La falta de playa y las altas temperaturas obligan a los ourensanos a activar su imaginación para sobrellevar días como el de ayer, en el que se registraron hasta 38 grados en el centro de la ciudad y otros 20 municipios de la provincia superaron los 36. Esta situación ha provocado que se active la alerta amarilla en estos 21 ayuntamientos aunque se espera que a partir del jueves haya un descenso de las temperaturas que afectan especialmente al sur de Ourense, a la zona de Valdeorras y a los lugares cercanos a la cuenca del Miño. En concreto, los municipios perjudicados por esta ola de calor son: Arnoia, Barbadás, Beade, Carballeda de Avia, Cartelle, Castrelo de Miño, Cenlle, Cortegada, Leiro, Melón, Nogueira de Ramuín, Ourense, Padrenda, Pereiro de Aguiar, Pontedeva, Punxín, Ribadavia, San Amaro, San Cibrao das Viñas, Taboadela y Toén.

La entrada de aire cálido procedente del sur se mantendrá al menos hasta mediados de semana aunque las temperaturas seguirán rondando los 35 grados. La tregua llegará, eso sí, por las noches con temperaturas que rondarán los 15 grados centígrados.

Vías de escape

Son muchos los que cuentan los días que les quedan para irse de vacaciones y huir hacia la costa; otros, menos afortunados, pasarán aquí el verano buscando terrazas a la sombra, aire acondicionado o un sitio donde poder darse un chapuzón. Por suerte, para estos últimos existe una oferta interesante, aunque para muchos escasa, de piscinas y zonas de baño a pocos minutos del centro de Ourense y apta para todos los bolsillos.

Las termas de A Chavasqueira, Outariz, las pozas de O Muíño da Veiga y la playa fluvial de la Antena son la elección de los que prefieren las piscinas naturales o los baños nocturnos. Las instalaciones de Monterrei y Oira completan el abanico de posibilidades de escape ya que este año las piscinas del Parque Tecnológico permanecerán cerradas por falta de acuerdo entre la Xunta y la Deputación.

En el imaginario de los vecinos de Ourense, las piscinas de Oira sirven para describir el tiempo durante todo el año. En invierno, inundadas e imperceptibles y en verano, abarrotadas de bañistas. Y es que alrededor de 2.000 personas deciden pasar parte de la jornada en las piscinas públicas de Oira. Las privadas están disponibles para abonados al recinto o previo pago de 5 euros (2,5 euros para niños, jubilados y discapacitados).

Ambas instalaciones cuentan con dos vasos para el baño, uno para adultos y otro infantil, bar y zona recreativa.

La afluencia de usuarios es notablemente menor por las mañanas. De 11 a 3 no hay prácticamente gente en ninguna de las dos piscinas, mientras que a partir de esa hora y hasta las 9 resulta muy complicado encontrar un hueco a la sombra. Así, Cristina Villa busca otras alternativas."Venimos todas las mañanas, pero por suerte mis suegros tienen una piscina en las afueras a la que vamos por la tarde" , dice esta vecina de Ourense. José Antonio Méndez también visita las piscinas gratuitas de Oira con asiduidad y, como todos los consultados, no tiene ninguna queja sobre las instalaciones, apunta que "están muy bien y además hace falta que haya opciones diferentes al río".

La piscina infantil permaneció cerrada durante cuatro días la semana pasada debido a actos vandálicos que provocaron la rotura del pavimento en una de las semanas más calurosas del año, pero ya funciona con total normalidad para gusto de padres y abuelos.

Los que prefieran zonas de ocio menos concurridas pueden optar por cualquiera de las 70 piscinas públicas de la provincia o por las áreas fluviales que hay repartidas a lo largo de 19 municipios.

Civismo en los baños compartidos

Los vigilantes de las piscinas públicas de Oira indican que son muy tranquilas; Unai Gómez, socorrista, afirma que "se ven muchos resbalones, cortes y empujones de los chavales, pero nunca nada de gravedad". Eduardo Gómez, otro trabajador de las instalaciones apela a la "educación" de los bañistas para que no haya problemas.

Asimismo, desde el Concello, pedían hace unos días civismo al conocer que la puerta de los baños de las piscinas de Oira había sido forzada por personas sin identificar.

Además del respeto y la buena educación, organizaciones como Cruz Roja activan durante estos meses campañas de prevención para recordar a los bañistas cómo comportarse en el agua. Es importante meterse poco a poco, sobre todo si se acaba de comer o tomar el sol; evitar tirarse de cabeza si no se conoce la profundidad y no hacerlo si hay bañistas cerca; tomar el sol de manera progresiva y utilizar una protección social adecuada a cada tipo de piel; así como reducir los baños solares entre las 12:00 y las 16:00 horas.

Recoger la basura es otra de las peticiones de trabajadores e instituciones ya que se recogen grandes cantidades de papeles, plásticos y restos de comida al final del día.