El fiscal pidió ayer una multa de 360 euros para el líder comarcal de la CIG, Etelvino Blanco, y de 180 para el responsable de Servicios Sociales del sindicato, Anxo Pérez y un trabajador de Aspanas Termal. En una "ocupación simbólica" por el conflicto de la empresa, celebrada en abril, ocurrieron los hechos que ayer se enjuiciaron en un caso de faltas. Un agente presentó denuncia y ayer afirmó en la vista que Etelvino Blanco "braceó" y lo insultó, y que los delegados "alborotaron" y se negaron supuestamente a identificarse tras una protesta. También se les acusa de impedir que discapacitados pudiesen entrar a trabajar en las termas de Outariz. Los sindicalistas culpan al policía de "venir a por nosotros", negaron la coacción y dijeron que ya se marchaban. Etelvino reconoce los términos de "provocador", "chulo" o "sinvergüenza" dirigidos al agente.