Nada menos que plátanos y manzanas son las frutas preferidas y que más consumen los niños ourensanos. Un dato que se conoció con motivo del ciclo de experiencias para escolares que organizó la empresa Frunatur, del Grupo Cuevas, especializada en la distribución de frutas y hortalizas.

El ciclo de visitas programadas con colegios de la provincia para fomentar los hábitos saludables y la alimentación sana concluyó ayer. Durante los últimos meses, centenares de niños de los primeros cursos tuvieron la oportunidad de participar en los talleres experimentales de Frunatur y conocer todo el proceso que siguen las frutas, las hortalizas y las verduras desde que se recogen hasta que llegan al consumidor.

En su visita recibieron explicaciones sencillas sobre las ventajas saludables que reporta el consumo de estos productos, y aprendieron también cómo se almacenan y cómo se conservan a la temperatura y humedad adecuadas, además de participar en casos prácticos de pesaje, clasificación y envasado y disfrutar de una zona de exposición en la que pudieron tocar y consumir la fruta en diferentes preparados.

Los escolares protagonizan durante la visita distintas actividades prácticas y lúdicas con la fruta como elemento central, y contribuyen a iniciar un mapa infantil de la fruta, que se complementará en futuras ediciones del ciclo con la aportación de todos los colegios provinciales que participen en la experiencia.

Los primeros resultados reunidos sin pretensiones científicas muestran una clara preferencia de los escolares por los plátanos y las manzanas, como fruta habitual, y por las cerezas como fruta de temporada. El kiwi, la pera y la sandía son señaladas como las que menos gustan, y plátanos, manzanas, cerezas y fresas como las más consumidas.

Destaca que no todos los colegios muestran los mismos rangos de respuesta, aunque hay tendencias compartidas.

Un grupo de 75 escolares del C.E.I.P Prácticas Aneja fueron los que cerraron ayer el programa de visitas a la plataforma de Frunatur, en el Polígono de San Cibrao, con una de 1.400 metros cuadrados, una dotación tecnológica de las más avanzadas del sector y una capacidad de producción de 10 mil toneladas.

En estas instalaciones los menores pudieron descubrir el camino que sigue la fruta hasta llegar a sus manos.