La Xunta de Galicia, a través del Instituto Galego de Promoción Económica (IGAPE), concedió en los últimos cinco años más de 270.000 euros en subvenciones al grupo textil Adolfo Domínguez como hizo con otras empresas gallegas "para que estas sean más fuertes" . En este tiempo la empresa textil presentó varios expedientes de regulación de empleo, que han mermado a la mitad su plantilla en Ourense, la ciudad donde nació la firma hace 45 años, al tiempo que han trasladado áreas fabriles o departamentos creativos a China o Madrid.
Los próximos 144 despidos en la sede de Ourense están tramitándose estos días. Sin embargo según el IGAPE, Adolfo Domínguez es una de las más importantes empresas del sector textil gallego y seguirá otorgándole ayudas pues consideran que la Xunta "no es quien para decir cuál es el destino" que las empresas dan a su dinero.
El director del Igape, Javier Aguilera, respondía así ayer en el Parlamento de Galicia, a la batería de preguntas que le planteó el el diputado de Anova Juan Fajardo, en relación con el desmantelamiento progresivo de la firma Adolfo Domínguez S.L. y el traslado de las distintas áreas a países asiáticos y a la central de operaciones de Atocha, en Madrid.
De hecho el ERE que se presentó el pasado mes a los 144 trabajadores de Ourense, celebró hace solo dos días su segunda mesa de negociación con la patronal. Entre esa batería de preguntas Anova se interesaba por el volumen de las subvenciones concedidas a Adolfo Domínguez en los últimos cinco años, el motivo de las mismas y si este departamento de la Xunta que concedió las subvenciones al grupo dolfo Domínguez, va a promover alguna reunión para impedir la deslocalización de la firma.
Ayudas para ferias e I+D+i
La respuestas del director del Igape dejaron claro que la Xunta no exige saber a qué debe ir destinado el dinero que concede. Aún explicó que la Consellería de Economía e Industria concedió a a Adolfo Domínguez en los últimos cinco años 269.346 euros, siempre por concurrencia competitiva. El 90%, decir unos 250.000 euros, fueron para buscar nuevos mercados en el exterior y ferias que favorecieran esa internacionalización. Los 5.000 euros restantes se emplearon un proyecto de eficiencia energética y otros 11.000 euros para aplicar deducciones fiscales mediante las inversiones en investigación más desarrollo, I+D+i.
