Unas dos mil personas según el informe de la Policía Local, cuatro mil según las organizaciones convocantes, recorrieron ayer las calles de la capital de As Burgas reclamando la recuperación de los derechos de los trabajadores y la dignidad laboral que, como denunciaron a través de pancartas y consignas, se han perdido por las sucesivas políticas del Gobierno central. Comisiones Obreras y UGT acusaron al PP de "mentir intencionadamente" con el mensaje "electoralista" de la recuperación; al igual que la CIG, cuyo secretario comarcal, Etelvino Blanco, apuntó al inicio de la manifestación convocada por separado por esta central sindical que el objetivo no era otro que salir a la calle para "clarificar ante los ciudadanos que aquí en Ourense mienten cuando hablan de recuperación de la economía y del empleo". Como prueba de esto, en sus discursos al término de la movilización repasaron los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, EPA, conocidos la semana pasada.

La fiesta del 1 de Mayo amaneció lluviosa en Ourense pero con tregua durante las casi dos horas que emplearon sendas manifestaciones en realizar el mismo recorrido entre el pabellón de Os Remedios y la Subdelegación del Gobierno, aunque con media hora de diferencia. Los primeros en salir fueron los sindicatos CCOO y UGT, encabezados por una pancarta unitaria con el lema "Así non saímos da crisis". Durante el recorrido, los participantes protestaron contra el proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, también conocido como ley Mordaza, escenificando su rechazo tapándose la boca con pañuelos rojos o dando la vuelta a las pancartas.

Los secretarios provinciales de ambas organizaciones, Ana Barrios y José Luis Fernández Celis, lideraron la marcha, arropada por destacados cargos públicos y orgánicos socialistas, como la diputada en el Congreso, Laura Seara; el concejal y candidato a alcalde José Ángel Vázquez Barquero; la secretaria de la ejecutiva local y número dos de la lista, Carmen Rodríguez Dacosta; el secretario provincial del PSdG-PSOE, Raúl Fernández; la responsable de Organización, María Quintas; el exdiputado Alberto Fidalgo, o la edil Susana Bayo, además de alcaldes como el de Parada de Sil, Paco Magide. También se sumaron a esta marcha el candidato de Ourense en Común, Miguel Doval, y otros miembros de su equipo como Ledicia Piñeiro y Carlos Miguélez, de Izquierda Unida. Este partido político que confluye con la marea aportó pancarta propia.

También se manifestó por separado el Bloque Crítico de Ourense, en el que se integran organizaciones como CNT y CGT, que se desmarcan de las organizaciones sindicales mayoritarias. Recorrieron Progreso hasta los jardines del Padre Feijoo.

CCOO y UGT congregaron a unas 1.100 personas, en cifras oficiales, aunque los convocantes calcularon 2.500. Colectivos como la plataforma contra la privatización de Registro Civil, el comité de empresa de Aspanas y trabajadores de Correos se sumaron a esta marcha que en poco más de 40 minutos realizó todo el recorrido por Progreso y Paseo para finalizar en la Subdelegación. Cuando ellos llegaban y daban lectura al manifiesto arrancaba de Concepción Arenal la manifestación convocada por la CIG, con 500 personas según la Policía Local y 1.500 en cifras del sindicato. Además de los habituales BNG, Galiza Nova y secciones de la confederación intersindical como las de Ensino, Metal o Administración, participaron en esta marcha Anova y Compromiso por Galicia, ambas representadas por sus candidatos a la alcaldía de Ourense, Lito Prado y Xosé Mosquera, respectivamente. También la cabeza de lista del BNG, Susana García y otros miembros de su candidatura aportaron una pancarta con el lema "Polo dereito a producir e vivir na nosa terra".

Concentrados frente a la Subdelegación del Gobierno, el secretario comarcal de la CIG, Etelvino Blanco, lamentó no tener nada que celebrar este 1 de Mayo: "Vuelve a ser un día triste porque las condiciones de trabajo son cada vez peores". Los manifestantes clamaron contra "el sistema inhumano que nos gobierna".