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ANIVERSARIO

Viaje bajo tierra por los secretos de un gran "motor" de Vigo

Así es la cara oculta de una de las infraestructuras más importantes de la ciudad

La cara oculta de una de las infraestructuras de tráfico más importantes de Vigo. Marta G. Brea

Casi ningún vigués conoce la cara oculta de una de las infraestructuras más importantes de la ciudad. Más de 40.000 ciudadanos la atraviesan a diario, pero prácticamente ninguno sabe los secretos que esconde.

Lleva agilizando el tráfico en Vigo un cuarto de siglo. Es uno de sus "pulmones". Probablemente su "corazón". Y, en cuestión de meses entrará en "quirófano" coincidiendo con su 25 aniversario.

Miles de vehículos atraviesan cada día los 1,7 kilómetros del túnel de Beiramar. Es uno de los subterráneos urbanos más largos de España. El tráfico de Vigo no se entendería a día de hoy sin él. Y, aunque está a punto de cumplir 25 años, pocos saben lo que esconden sus entrañas.

La cara oculta en fotos

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Viaje a las entrañas del túnel de Beiramar Marta G. Brea

Los conductores sí ven la mayor parte: esos casi 15.000 metros cuadrados de asfalto, mediana, señales, iluminación, radares.... Pero nada de eso sería seguro, funcionaría, ni tendría sentido si no existiera una cara oculta. Su verdadero motor.

Tras sus paredes y bajo tierra se esconden otros 7.000 m² de galerías de mantenimiento y emergencia, salas de control, pozos de bombeo, grupos electrógenos, equipos de ventilación, transformadores y un largo etcétera de maquinaria y sistemas de vigilancia que conforman sus órganos vitales.

El cerebro: a siete metros bajo tierra

Foto de archivo del centro de control del túnel de Beiramar bajo los jardines de Montero Ríos. Marta G. Brea

El cerebro del túnel, donde se pilotan todos los sistemas y se controla su correcto funcionamiento, está bajo los jardines de Montero Ríos, justo en frente de la entrada principal del edificio de la Xunta. En un sótano de dos plantas de 1.700 m² y a siete metros de profundidad -dos más de los que está la capa de rodadura del túnel- se dan las órdenes.

En la primera planta se ubica la sala de control, donde hay siempre al menos un operario. Desde ahí no solo se supervisan los equipos de emergencia y máquinas que nutren de electricidad a la infraestructura, sino que se proyectan las imágenes de las 20 cámaras que hay a lo largo del subterráneo. Además, cada dos horas, los trabajadores realizan una revisión visual, tanto por el interior de Beiramar como del resto de túneles de Vigo. Periódicamente, sobre todo los fines de semana y de madrugada, se corta el tráfico para revisar y reponer luminarias, tornillería y cualquier otro elemento deteriorado.

El "salvavidas" del túnel

Foto de archivo del electrogenerador que permite que el túnel de Beiramar siga funcionando ante una caída eléctrica. Marta G. Brea

En el primer sótano, de unos 500 m², están también todos los cuadros de mando de electricidad, detectores de humo, opacímetros (sensores de luminosidad), pozos de bombeo, medidores de gases, además de dos enormes transformadores. Aquí también está el Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI), vital para evitar una catástrofe en caso de una caída de tensión eléctrica que dejaría sin ninguna luz a todo el túnel.

  • ¿Qué ocurre si se corta el suministro eléctrico?

    En cuanto se produce un corte del suministro eléctrico se activa inmediatamente el electrogenerador que funciona gracias al enorme tanque de combustible que hay bajo tierra con una capacidad de 10.000 litros.

En ese caso, este mecanismo se activa automáticamente permitiendo mantener en funcionamiento el alumbrado de emergencia, la ventilación y el bombeo de agua durante los escasos minutos en los que se pone en marcha el enorme grupo electrogenerador situado en la planta -2 (en la imagen sobre estas líneas) que, gracias a un tanque de 10.000 litros de combustible, permite devolver la normalidad al túnel sin que los conductores apenas se percaten del fallo eléctrico.

Inmensos pulmones

Foto de archivo de una de las enormes turbinas del túnel de Beiramar. Marta G. Brea

Además de los 16 ventiladores que hay sobre el techo del túnel y que todos los conductores pueden ver cuando lo atraviesan, en las entrañas del subterráneo se esconden además cinco enormes turbinas (en la imagen sobre estas líneas) que presumen de 1,5 metros de diámetro. Son las encargadas de introducir en Beiramar el aire limpio y aspirar el contaminado.

  • El gran hermano del monóxido de carbono

    Hasta diez tomas aspiran el aire del túnel de Beiramar hacia tres detectores de monóxido de carbono. Si llega a 13 ppm (partículas por millón) el entramado complejo de ventilación redobla su esfuerzo.

¿Qué pasa ante lluvias torrenciales?

La importancia de este sistema de emergencia va más allá, sobre todo con lluvias torrenciales. En 2011, por ejemplo, se anegó el pequeño paso subterráneo de O Berbés quedando un vehículo atrapado. Se fue la luz y, al carecer del SAI, el pozo de bombeo también se paró, lo que impidió evacuar el agua. Las bombas de las que dispone Beiramar sí se mantuvieron activas al continuar recibiendo la energía de emergencia, lo que evitó -y continúa haciéndolo- que se anegue el subterráneo.

Foto de archivo del colector del margen de ría que discurre a lo largo de más de 1 kilómetro tras las paredes del túnel de Beiramar. Marta G. Brea

En ambos sótanos también se esconden los cuadros de mando y electrogeneradores del edificio de la delegación de la Xunta, el parking de A Estrela y de las cinco enormes bombas que tiene Aqualia bajo tierra para garantizar el funcionamiento del enorme colector del margen de ría de más de un metro de diámetro (imagen sobre estas líneas) que discurre en paralelo al túnel por el lado de tierra sobre y sobre una galería de mantenimiento de casi 1,5 kilómetros de largo. Por ella pasa también la mayor parte de la cablería del túnel (más de 1.000 metros solo de los sistemas contraincendios) y también las conducciones de agua para las 22 bocas.

Un pasadizo de 1,5 kilómetros

Foto de archivo de la galería de servicio de 1,5 kilómetros que esconde el túnel de Beiramar. Marta G. Brea

Desde esta galería subterránea kilométrica, que tiene tres puntos de acceso entre La Paellera y O Berbés, se puede pasar a los carriles del túnel desde el lado de tierra, sin embargo esta puerta no es una salida de emergencia, sino una entrada para los operarios de mantenimiento. Y es que en el tramo antiguo las escapatorias están en el lateral pegado al mar. Se trata de dos puertas que conducen a otra pequeña galería con escaleras hacia la superficie. Una de ellas desemboca justo al lado del edificio de la Xunta. La otra, frente a la sede Náutico.

Los motoristas son los que más utilizan las salidas de emergencia

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En el tramo más moderno la salida de emergencia sí está del lado tierra y conduce al interior de los muelles de Areal. En sus casi 25 años de historia los que más las han empleado han sido motoristas que se quedaron "tirados" en medio del túnel al quedarse sin gasolina.

¿Y la iluminación?

Vista del interior del túnel de Beiramar Marta G. Brea

El sistema de iluminación del túnel se compone de más de 1.000 proyectores con lámparas de sodio de alta presión de 400 vatios. La magnitud del túnel también se traslada a la factura eléctrica. Hace 5 años, por ejemplo, de los 200.000 euros anuales que invierte el Concello en la iluminación de los subterráneos, sobre la mitad se correspondían con el de Beiramar.

Revolución en su señalización y cámaras inteligentes

La mano que mece el tráfico en Vigo

La mano que mece el tráfico en Vigo MARTA CLAVERO

Antes de la cirugía a la que se someterá el túnel este mismo año, se realizó otra que supuso un cambio radical en la renovación de la señalización de seguridad del subterráneo. Fue hace poco más de 6 años. Además, también se instalaron 16 cámaras "inteligentes" con el sistema de Detección Automática de Incidentes. Sus imágenes no solo se supervisan en la sala de control de tráfico del Concello, donde se tiene información en tiempo real de todo lo que ocurre en su interior, sino que salta una alarma automáticamente cuando se detecta alguna anomalía dentro del túnel como tráfico lento, un coche parado o presencia de animales y personas, entre otras.

  • Las tres mejores escapatorias

    En el tramo antiguo del túnel de Beiramar hay dos salidas de emergencia del lado mar que conducen junto al edificio de la delegación de la Xunta de Galicia y del Real Club Náutico. En el subterráneo más moderno (entre La Paellera y Sanjurjo Badía) hay otra en el margen de tierra que conduce a terrenos portuarios.

Ojo con la velocidad: siempre hay un radar activo

El Concello también ha querido mejorar su seguridad en los últimos años con un mayor control de los límites de velocidad (casi un tercio de las multas de Vigo son en Beiramar).

Para ello, activó hace años los tres radares que hay a lo largo del túnel (al menos uno siempre está activo) para que "disparen" en ambos sentidos de circulación, lo que ha permitido una reducción enorme de la velocidad media. También colocó paneles en las entradas que informan a la velocidad a la que se está circulando.

Paneles de control de velocidad que hay en los accesos al túnel. FDV

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