La multa a una joven de O Carballiño por mantener "relaciones cariñosas con el acompañante" según el agente -recibió un beso que no la distrajo, rebate ella-, se resolverá en su ayuntamiento. El boletín de denuncia realizado por un agente de la Guardia Civil se remitió a la Jefatura Provincial de la Dirección General de Tráfico (DGT), pero su resolución cambiará de la administración del Estado a la de mayor proximidad por cuestión de trámites y competencias.

Vanesa Viéitez conducía junto a su novio la tarde de Reyes por la OU-206 en el kilómetro 1 de la vía. La supuesta infracción se produjo en el núcleo urbano carballiñés, cerca de la intersección de Cuatro Caminos, uno de los acceso a la localidad. Por este motivo y porque la multa no acarrea retirada de puntos (entonces sí intervendría la DGT), la facultad de resolver compete a la Policía Local. Será el responsable del cuerpo municipal el encargado de abrir un expediente.

A continuación, el instructor abrirá un trámite de audiencia a las dos partes, tanto al guardia civil que impuso la sanción, como a la conductora, en el caso de que esta no hubiera realizado previamente las alegaciones en la DGT. Si el policía local entiende, terminada esta fase, que existe fundamento para imponer una multa por infracción del reglamento de circulación, el expediente avanzaría hasta el dictamen final del alcalde, Argimiro Marnotes. Con otra posibilidad para que la supuesta infractora expusiera sus argumentos.

Con la prudencia debida al conocer exclusivamente las explicaciones de la joven vecina, el regidor se declaraba ayer comprensivo. "Si es cierto lo que dice la conductora, y yo no tengo por qué dudarlo, parece que la sanción está un poco fuera de lugar", expresó Marnotes en declaraciones a este diario.

Nada proclive a los argumentos de la chica se expresó ayer, por el contrario, el jefe del sector de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, el teniente coronel Francisco Javier Molano. En la comparecencia para presentar el balance provisional de víctimas de tráfico registradas en Galicia durante 2014, el mando calificó sucesos como el registrado en O Carballiño como "distracciones a la conducción que son incompatibles con el hecho de conducir".

"Parece una anécdota, pero detrás hay algo más. Hay una distracción importante. Son cosas que tenemos que rechazar, tenemos que poner todos los sentidos en la conducción", añadió el máximo responsable de la Guardia Civil de Tráfico. La multa está fundada en un precepto del reglamento general de circulación que establece: "El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía".

La conductora se ha puesto en contacto con la compañía. La asesoría jurídica se encargará del recurso.