Ayer, y coincidiendo con la noticia de que Ismael tiene al menos un año de tratamiento gratuito garantizado, "el Sergas prescribió también esta medicación, según nos dijeron en el Clínico de Santiago, a otros siete niños gallegos que tienen el mismo déficit hormonal", explica Rocío Cabanelas.

Pero esta familia convertida en el Equipo A de la lucha por la sanidad pública, Rocío y los abuelos del niño, Celsa Encarna y Alejandro, no van a parar. "La lucha continúa, porque no sabemos si Ismael tendrá tratamiento dentro de un año y seguiremos con la campaña paralela de recogida de firmas. Llevamos ya más de 17.000 para que este tipo de tratamientos sean con cargo a la sanidad pública y lleguen a todos".

Están estudiando presentar el escrito con las firmas ante la Consellería de Sanidade y el Valedor do Pobo. Ayer la familia inició un recorrido por los establecimientos de Ourense que han estado colaborando con la recogida de tapones "para que de momento lo destinen a otros chavales que lo necesiten". Lo próximo es conseguir que el niño sea tratado en Ourense, "pues nos dieron tratamiento para seis días, pero hay que tratarlo en Santiago", explica la madre.

Mientras su familia sigue la lucha, Ismael, este niño de 5 años con un desarrollo físico de 3, lo que le impide seguir el ritmo de sus colegas, ríe, juega y sueña con ser futbolista, "porque ganan mucho, o juez, porque meten en la cárcel a los malos", afirma.