El alto de O Furriolo acogió ayer un homenaje a las víctimas del franquismo. Un acto poético y musical recordó a los fallecidos durante la guerra civil y la dictadura cuyo recuerdo permanece en este espacio a través del mural de Xosé Vizoso promovido por la asociación Arraianos.

Pero además, ayer tuvo especial protagonismo el último alcalde republicano de Celanova, Benito Cancela, una de las personalidades que todavía espera por un "reconocimiento institucional", indicaron desde Arraianos. De hecho, este alcalde "olvidado" sufrió durante el franquismo el boicot a su negocio, el bar hotel Cuba, y se vio obligado, entre otras penurias, a vivir oculto en un zulo y sufrió la presión del destierro y la cárcel. La memoria histórica recupera ahora a este alcalde a través del libro de Pablo Sánchez que ayer se distribuyó entre los asistentes al acto, incluidos los descendientes del alcalde republicanos y representantes de organizaciones de Galicia y Portugal que trabajan en la recuperación de la memoria.