Sonia Coello Pinto ya pasó por la Audiencia de Ourense hace justo un año por un delito similar. En aquella ocasión quería matar al padre de su hijo y para ello contactó por correo electrónico con dos sicarios de Perú. La misión que proponía era "eliminar" a su compañero y así quedó evidenciado en los mails.

El primer intentó fracasó porque el asesino a sueldo no prestaba servicio en España. El segundo, de Lima, fijó un presupuesto de 3.000 euros y pidió un adelanto de 700. Sonia Coello fue detenida con 789 euros al día siguiente del último contacto con el sicario. Se consideró probado que ese dinero era el adelanto y los gastos de transferencia. Además, en los correos intervenidos, ofrecía una descripción de su expareja, una fotografía y datos sobre donde vivía y trabajaba. Ella declaró que había contactado por "curiosidad" y negó la intención de "eliminarlo". El tribunal no la creyó y fue condenada a tres años.