El presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, se ha desmarcado de la acción de su padre y predecesor, el que le dejó el cetro en el PP de Ourense -con un duro congreso de por medio- y en la institución provincial. No lo menciona ni reivindica su gestión desde que asumió el relevo institucional en febrero de 2012. Marca distancias en cada decisión política, llena de nuevos gestos como el código ético. Algunas reformas como el ERE o la privatización de centros dependientes fueron una enmienda a la totalidad a la política practicada por su padre.

La justicia pone el foco en la época del progenitor. En seis días lo juzgarán por presunta prevaricación en contratos que la oposición y hasta el juez vincularon al congreso de 2010 que fraguó el relevo en el PP de Ourense. También se analiza el supuesto fraude a la UE por las depuradoras. Con la citación en la Pokemon del padre, Baltar hijo apelaba ayer a la "presunción de inocencia" y al "respeto a los procedimientos judiciales".

El padre: "No me preocupa"

El expresidente provincial aseguró ayer a FARO que todavía desconoce por qué está imputado. Dice que no ha recibido la citación de Lugo. Según sus palabras, esta nueva causa "no me preocupa".