La misma incredulidad cuando la juez Pilar de Lara ordenó, ocho meses después de la detención, que se registraran las propiedades del exalcalde de Ourense y su pareja, se mezclaba ayer con cierto sarcasmo en medios municipales y partes de la instrucción. El exregidor, que en varias ocasiones ha denunciado ser víctima de "una causa general sobre mi vida", deberá declara en Lugo por tercera vez.

La primera fue un terremoto que marcó hasta hoy la crisis institucional de As Burgas. El 20 de septiembre de 2012, a primera hora de la mañana, Francisco Rodríguez fue detenido en su vivienda del barrio de A Ponte. Empezaba un periodo de calabozos e incomunicación de 52 horas y un periodo de crisis en la vida municipal que, a la postre, provocó su dimisión después de cinco años en el cargo, la ruptura del acuerdo bipartito entre PSOE y BNG y el estallido de la crisis de facciones que ya se venía larvando en el grupo socialista.

La declaración posterior al arresto se centró en Vendex. Francisco Rodríguez salió en libertad bajo fianza de 6.000 euros. En junio de 2013, el exregidor fue interrogado durante 3 horas por el supuesto delito de blanqueo de capitales que la magistrada, con peticiones para indagar viajes al extranjero y supuestos inmuebles en Brasil, sigue indagando.

La defensa criticó ayer que las partes no tengan acceso a los nuevos informes de Aduanas que han provocado las citaciones. Además, el letrado, Gerardo Viada, considera una "falta absoluta de respeto por los citados, sus abogados y el resto de profesionales personados" -son decenas- que los 18 imputados y 3 testigos estén llamados a la misma hora.