Tres concejalías, las de Medio Ambiente, Participación Ciudadana y Voluntariado y un grupo de voluntarios municipales, han decidido unir esfuerzos para vigilar la ciudad y obligar a los dueños de mascotas a recoger las deposiciones que sus animales de compañía dejen en las zonas verdes y vías públicas en general, informándoles a un tiempo de las sanciones previstas si no cumplen.

Bajo un lema elocuente: "Habelas Hailas [las meigas] pero non van recoller por ti", la concejala de Medio Ambiente, Susana Bayo acompañada por las de Participación Ciudadana, María Devesa, la de Voluntariado, Mónica Vázquez y un grupo de voluntarios municipales que recorrerán los barrios para vigilar a los dueños de mascotas díscolos" , presentaron esta iniciativa y recordaron además las sanciones que están reguladas por ordenanza municipal, contra los propietarios de mascotas, normalmente canes, que no recojan las deposiciones de sus animales.

Así por ejemplo la Ordenanza Municipal de Zonas Verdes contempla como infracción "muy grave", con multas de 1.500 a 3.000 euros, las deposiciones de animales en jardines o zonas verdes del municipio.

El equipo de voluntarios presentado ayer, y pertrechado con chalecos alusivos a la campaña "habelas hailas", así como bolsas y otro material informativo, repartirán también dípticos en los que se advierte de que los perros deberán ir provistos de correa y guiados por sus dueños, salvo en zonas acotadas para ellos, y está prohibido que pasen a zonas de césped, macizos ajardinados, estanques o fuentes.

Tampoco se pueden acercar los canes a los juegos infantiles o areneros, no pueden espantar palomas, pájaros u otras aves, ni incitarlos a que ataquen a otros canes o felinos.

Tampoco se permiten deposiciones sólidas o líquidas en plantaciones, zonas ajardinadas, macizos florales, o arbustivos etcétera. Asear a los animales en zonas públicas o dejarlos beber de fuentes de agua potable también está prohibido. Y la multa, claro está, no la pagará el perro.