Del malestar inicial, al conocer la posibilidad de que se asentase el tanatorio-crematorio, a la indignación que se puso de manifiesto en una reunión en la asociación de Vecinos de Vistahermosa, a la que acudió la edil de Urbanismo, Áurea Soto, para defender la propuesta del gobierno socialista, y en la que estuvieron los representantes de las otras formaciones políticas, PP, DO, y posteriormente con el BNG.

El mensaje de los vecinos de la zona de O Couto y Vistahermosa a la edil de Urbanismo no deja lugar a dudas: "El pueblo habla y manda", para de esa forma rubricar el "no queremos el tanatorio-crematorio aquí".

Y de poco sirvieron los intentos de Áurea Soto para defender la instalación, incluso con ejemplos de otras ciudades. Poco, por no decir más bien nada, le dejaron argumentar a la responsable de Urbanismo, y eso que hizo varios intentos, pero no hubo forma. No hubo forma, los gritos de "¡fuera, fuera!", fueron la respuesta que recibieron, mientras los ánimos se fueron caldeando, hasta el punto de que de los reproches se pasó a las descalificaciones. La tensión bajó de intensidad cuando Soto optó por el abandono, la próxima cita, el pleno municipal.