| El choque entre cargos afines y manifestantes y etractores a la llegada de José Luis Baltar al juzgado, en febrero de 2013, fue una imagen del caso que dio la vuelta a España y a punto estuvo de provocar ceses en la estructura policial. Pese a que tanto el juez instructor como la Audiencia Provincial habían pedido seguridad, no existió ningún dispositivo especial a la llegada del expresidente de la Diputación de Ourense, que a duras penas pudo sortear el umbral del Pazo de Xustiza. La Audiencia pedirá un operativo de seguridad de cara el juicio para evitar posibles altercados.

José Luis Baltar, sin más desvelos que los propios de un jubilado, pendiente cuando puede de su nietos y atento al cuidado de la finca en su aldea de As Vendas (Esgos) -ahora ya en el sentido más literal-, prepara su temido "borrón" desde hace tiempo. Son habituales las visitas al despacho de abogados de Ourense que lleva su defensa. Tras el fallecimiento de Emilio Atrio, fundador del bufete, la dirección de la estrategia quedó en manos de Luis Romero, quien ya se encargaba del rol más activo en la fase de instrucción.

A un mes del juicio al político que durante dos décadas gobernó Ourense y el PP sin grietas, el grupo del PSOE en la Diputación y su abogado -un militante socialista costeado con la asignación del grupo- han empezado a diseñar la vista oral que, entre el 30 de junio y 4 de julio, estudiará un centenar de contrataciones a dedo del expresidente. Y, en el fondo, un estilo de hacer política con el aura del "cacique bueno" que hasta su propio hijo José Manuel Baltar Blanco, sucesor por partida doble al frente del PP de Ourense y la Diputación, ha rechazado.

Manteniendo la distancia pública con la gestión de su progenitor y criticando su práctica de contrataciones masivas para justificar el ERE. Pese a que el juez considerara que los 104 empleos temporales de enero a marzo de 2010 beneficiaron a personas vinculadas "directa o indirectamente" al PP. Los contratos se produjeron en la antesala y justo después del congreso que aupó a Baltar hijo al PP ourensano. Pumar ganó la batalla a la opción de Núñez Feijóo en un congreso fratricida. En la cita de 2014, el sucesor integró a las dos familias populares.

Los socialistas, acusación popular junto al sindicato Manos Limpias, diseñan los interrogatorios del proceso por presunta prevaricación continuada contra el exbarón ourensano. Medio centenar de testigos se subirán al estrado. El PSOE piensa en cómo retratar al exbarón y optimizar, también, el desgaste de toda una era de denunciando clientelismo y enchufes en la Diputación Provincial. Además de Baltar, que además de ver su historial emborronado al final se enfrenta a una inhabilitación sin coste para un jubilado, declararán funcionarios jefe, presuntos colocados y alcaldes del PP. Cinco días bajo los focos que solo evitaría un pacto de conformidad in extremis.