La directora xeral de Turismo, Nava Castro, aseguró ayer que la Xunta de Galicia "no privatizará el castillo de Monterrei", pues la gestión de este futuro hotel de cuatro estrellas se hará a través de Paradores, una empresa pública que, al igual que esta obra, se sostiene con dinero público "de todos los ciudadanos", señaló, para indicar que el futuro uso hotelero hará compatibles el derecho al descanso de los futuros usuarios, con las excursiones y visitas turísticas al conjunto, "pues el 83% del mismo seguirá siendo visitable".

Nava Castro y las arquitectas autoras del proyecto, Cristina Uzande y Cristina Ezcurra, quisieron aclarar ayer todas las dudas abiertas sobre un proyecto que ha enervado a buena parte de la comarca de Monterrei, que ha creado una plataforma vecinal desde la que se han denunciado daños al patrimonio.

Castro explicó, por ejemplo, que la aparente demora en confirmar el uso hotelero que se iba a dar al antiguo castillo no se debió "a ningún ocultismo", sino a todo el proceso previo: "No queríamos hablar hasta tener las licencias". Desechó que se hubieran producido daños y menos atribuibles a la firma Dragados, adjudicataria de la obra, y garantizó que no ha sido nunca un proyecto hecho a la ligera, sino que se han seguido todas las precauciones y protocolos y cuenta "con todos los permisos de Patrimonio".

Apenas unas horas después de que la Plataforma de Defensa del Castillo de Monterrei, y colectivos como Foro de Monterrei anunciaran un nuevo paso en sus movilizaciones contra la conversión del castillo en hotel, con denuncias ante el Valedor do Pobo y los valedores del pueblo en España y la Unión Europea, Turismo ha movido ficha y ha puesto sobre la mesa a sus técnicos y políticos para aclarar, con el denso proyecto en la mano, que "que el 83% por ciento del conjunto va a ser visitable" que se va a conciliar el uso hotelero como parador en cuya obra de adaptación del castillo se van a invertir 2,1 millones de euros con estructuras internas en algunas habitaciones de artesonado móvil que se puede desechar si se les quiere dar otro uso. "Con esta obra solo queremos que el parador no muera y poder autofinanciar además los gastos de mantenimiento que genera la conservación y mantenimiento de esta acrópolis".

Le sorprende que "gente tan formada", como los miembros del Foro Monterrei hablen de que esta obra vulnera los acuerdo del plan director del castillo, en vigor cuando se produjo la cesión de esta propiedad de manos del Gobierno central a la Xunta, "porque nunca hubo ningún plan director aprobado y aunque se van a mantener los mismos usos previstos en parte del recinto", indicó Nava Castro, como son los de aguas medicinales, musealización, moda, vinos o restauración, "estamos modificando para incluir dentro de ese apartado de restauración previsto el uso hotelero".

Los compromisos

En medio de la movilización social de la plataforma y la adhesión de intelectuales contrarios a la conversión del castillo en un hotel, la Xunta resumió ayer su posicionamiento "para aclarar las dudas de los ciudadanos", señaló.

Ratificó que se podrá conciliar el descanso del huésped del hotel con las visitas turísticas. Que ubicar en parador en el castillo permitirá mantener el parador abierto todo el año, no como ahora, manteniendo e incluso ampliando sus puestos de trabajo, sin descartar ceder la gestión de ese antiguo parador a un operador privado.

La Xunta garantiza que toda las obras que se realizan "cumplen los requisitos s de la legislación vigente y del proyecto aprobado el 14 de agosto de 2013.

En cuanto a la denuncia presentada por Asociación Cultural Alto Támega sobre posibles daños en el patrimonio del conjunto "están fuera del perímetro de la obra y nada tiene que ver con lo que se está desarrollando".

La Axencia de Turismo de Galicia pone a disposición de los juzgados de Verín toda la documentación "para que se compruebe que cumplimos con la legislación y que se asegura la protección exigida por la ley para un BIC o es el de la Fortaleza de Monterrei.

La rehabilitación

Las obras que está realizando actualmente la Xunta, "con fondos propios, no de la UE", recalca, pretenden mejorar la accesibilidad y el entorno de la fortaleza y mejorar el aislamiento. En el interior de la fortaleza se prevé instalar, después de rematada esta rehabilitación, la fase de adaptación hotelera, siete habitaciones más cuatro habitaciones cúbicas con estructura de madera, colocadas sobre una plataforma de madera y "sobrepuestas sobre el suelo de Pazo dos Condes", de forma que podrán desmontarse si cambia el uso.