Los vecinos de Punxín impidieron ayer la entrada de funcionarios al Ayuntamiento para evidenciar el "abandono" al que dicen les someten los políticos en las diferentes administraciones públicas, a las que reclaman mediación entre la comisión vecinal del agua y el alcalde, Manuel Vázquez, para que se reduzca la tasa que pagan por el agua, ya que su gestión es directa y mantiene cuotas de cuando la era privada, a cargo de Aquagest. Una medida que ayer mismo dio sus frutos al ser convocados por el vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández, para una reunión hoy a las 10:00 horas tras la cual se decidirá si continúan con el encierro o no. Asimismo, el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, les convocó a otra el día 29, y estará el director de Aguas de Galicia.

El portavoz vecinal, Joaquín Moldes, explica que tras 17 días de encierro los vecinos acordaron a las 05:00 horas "dar un giro" para "hacer público" su "llamamiento" a las administraciones, por las que se sienten "abandonados", y decidieron cerrar las puertas para impedir la entrada de los tres funcionarios y el funcionamiento normal de la institución. Una medida de presión que ayer mismo logró que el vice presidente de la Diputación les convocara para una reunión hoy a las 10:00 horas. Hasta esa hora en Punxín seguirá el encierro así como la puerta cerrada a los funcionarios del consistorio. Y es que según Moldes si en esta cita se logran abrir plazos para negociaciones, "desconvocamos el encierro".

Tanto en esta reunión como en la prevista para el día 29 con Rogelio Martínez y el director de Aguas de Galicia, lo único que se quiere es "que se abra el diálogo y nos respeten, eso es lo que venimos pidiendo". Destaca que con la medida tomada ayer "se abrieron dos vías de diálogo y vamos con buena voluntad y confianza".

Para saber quién sería el interlocutor, los vecinos llamaron al alcalde, que está de vacaciones en Canarias, pero "se desentendió de todo", lo mismo que el teniente alcalde, Emilio Vaca, desde su trabajo en una empresa cercana al pueblo.

En cambio, Moldes agradece a las fuerzas de seguridad que en todo momento dice actuaron con respeto y ofrecieron su ayuda por si alguien necesitaba una ambulancia o comida. Y ello se debe a que "yo me comprometí a que en todo se actuaría con respeto y sin alterar el orden".

Por su parte, el alcalde aseguraba ayer a este medio de comunicación que no se esperaba que los vecinos llegaran a este extremo, y que de seguirse impidiendo la entrada a los funcionarios "las consecuencias no se para quienes serán. Yo en este momento no puedo hacer nada, estoy de vacaciones", indicando que "ese es un problema de ellos y veremos lo que va a pasar, que medidas se tomarán". Asimismo, recuerda que el trasladó días atrás un informe a los vecinos, en el que les prometía que en tercer trimestre se revisarán las cuentas, por lo que "yo fui siempre legar, y no he cambiado de postura".