El proyecto de bombeo de agua desde el río Miño para los concellos de Cenlle, Punxín y San Amaro se encuentra con el problema de que el alcalde de Punxín manifestó el año pasado que los terrenos afectados por la obra en su municipio estaban a disposición, sin haber consultado a sus propietarios, los cuales ahora se niegan a cederlos mientras no se solucione lo del encierro vecinal en el consistorio.

Manuel Vázquez puso a disposición los terrenos por donde pasarán las tuberías del agua para el bombeo sin contar previamente con el visto bueno de sus dueños. Y como el regidor se ha negado a negociar con los vecinos la bajada de tasas del recibodel agua, ahora éstos se niegan a dialogar con él por la cesión de las fincas. El problema es que el proyecto está a punto de salir a licitación y no se cuenta con los permisos, ya que el presidente de la Comunidad de Montes de Ourantes, por donde pasan las tuberías, informó ayer que no se van a dar.

Según el portavoz de la comisión del agua de Punxín, Joaquín Moldes, "eso perjudica a los tres concellos", y asegura que los vecinos se acaban de enterar precisamente porque los permisos ya tienen que ser dados.

Por otra parte, la Federación de asociaciones vecinales de O Carballiño confirmó su presencia este sábado en Punxín, en el encierro con más asociaciones vecinales de todo Galicia.