El alcalde de Ourense, Agustín Fernández, afirma que la expulsión de la concejal de Democracia Ourensana (DO) Susana Gómez del pleno del pasado viernes estuvo avalada por varios artículos del reglamento de ordenación de funcionamiento del pleno, el ROF, que ella vulneró. La medida se tomó por los "insultos, las amenazas y la desobediencia a las normas, pues rematado su turno de intervención dijo que no dejaría de hablar, y que no se iría del pleno ni con presencia policial", dijo el regidor.

En sus primeras declaraciones tras el polémico pleno del pasado viernes, el regidor ourensano acusa a Gómez de haber comenzado su turno de intervención, tras mostrar el PSOE un expediente sobre la supuesta contratación irregular de Sandra en el Concello, "llamándome sinvergüenza; alguien que trata de deslegitimar al presidente incumpliendo todas las normas, ya debería de ser expulsado, pero de la política", por lo que "para mí es el mundo al revés, que ahora haya quedado como víctima la persona que incumplió todas las normas legales".

Para Agustín Fernández, la concejal de DO "tenía un único fin, que era el de utilizar un pleno para arreglar su vida personal, pues acabó pidiendo que arreglara su contrato en el Concello (realizado por el PP) que estaba en fraude de ley".

Aún fue más allá el alcalde al mostrar sus sospechas de que Democracia Ourensana "lo tenía todo preparado y acudió al pleno con 30 hojas de la vida laboral de la edil y de otras 28 personas más", a las que, según Agustín Fernández, no pidió autorización para difundir sus datos.

Un plante interesado

En ese contexto, "la oposición (Partido Popular y BNG) aprovecharon la situación para abandonar el pleno", añadió el alcalde, no en supuesta solidaridad con el intento de expulsión de la edil DO, "sino porque no les interesaba estar en el debate de la moción de urgencia presentada por el PSOE el que se iba a tratar la injusta dimisión de nuestros excompañeros del BNG en el gobierno, por imputaciones en el tema de los paneles de las que acaban de ser absueltos".

En esa moción se trataba de pedir el perdón plenario a los extenientes de alcalde del bipartito Alexandre Sánchez Vidal, y Andrés García Mata y al exdirector xeral de Termalismo, David Cortón, que dimitieron tras una denuncia cursada ante Fiscalía por el PP por supuestas irregularidades en el llamado caso de los paneles publicitarios, que anuló su carrera política, les supuso altas costas judiciales y de la que finalmente los ha absuelto el Tribunal Supremo. Alguno de los excargos esperaba precisamente en la sala, a que se produjera ese perdón público.

Agustín Fernández se despachó a gusto ayer en el centro Municipal Ángel Valente, al remate de la presentación de la 51 edición de la Feira do Viño do Ribeiro, en lo que fueron sus primeras declaraciones tras el pleno del viernes en el que la edil de Urbanismo, Áurea Soto, mostró un expediente que demostraba que Susana Gómez trabajaba como profesora de la Escuela Municipal de Música por una "concantenación de asistencias técnicas, el mismo modelo por el que DO y PP denuncian ahora al gobierno local". Gómez presentó a su vez un denso dossier con el que demostraba lo contrario, llamó "mentirosos" a Soto y al alcalde, al que pidió no obstante que regularizara ese contrato irregular.

"Me llamó la atención que la oposición dejara el pleno por un tema personal de otra concejal que solo estaba defendiendo su trabajo, no los intereses de los ciudadanos, y todo por dar a conocer datos de un informe de inspección de trabajo de la vida laboral de la concejal; sin embargo ellos llevan todo tema privado de mi casa a Fiscalía con documentos confidenciales y no pasa nada", afirmó el regidor.