Una piscina infantil circular y sin barreras, para lo cual la entrada a la misma se hará de forma gradual, mediante un progresivo desnivel que evitará caídas a sus pequeños usuarios, y con una seta central con juegos de agua, hará las delicias a partir del próximo verano, de los niños y padres que visiten el complejo fluvial y deportivo de Oira, de uso público. El proyecto, que cuenta con una partida consignada de 160.000 euros, estará rematado, si se cumplen las previsiones del concello en la primavera de 2014. La nueva piscina será además resistente a inundaciones fluviales.

El proyecto encargado por el Consello Municipal de Deportes a los arquitectos Daniel López Ben y Pablo Noya, de Ourense, no repara en medidas de seguridad. Ese fue precisamente el objetivo, pues la piscina infantil actual, está pegada a la de adultos, sin muro de separación entre ambas, lo que supone un riesgo en el caso de que, de forma accidental los niños puedan caer en el vaso de baño de los adultos, demasiado profundo ellos.

Según Cándido Gómez gerente del Consello Municipal de Deportes "el proyecto prevé la desaparición de la piscina infantil actual que se convierte en zona de césped colindante a la de adultos".

En la futura piscina infantil con más de 330 metros cuadrados de superficie, con el correspondiente cierre exterior de seguridad y esa seta central con chorros de agua que podrá desmotarse durante el invierno, e no se precisará, por su configuración con un máximo de 50 centímetros de profundidad en el centro, de la vigilancia permanente de los adultos. "Será construida en hormigón como la adultos, lo que reducirá al mínimo los posibles daños por subidas del cauce del río en invierno explica el gerente.

De hecho uno de los problemas de la piscina infantil actual además de la seguridad para sus pequeños usuarios, es que es de ladrillo y muy antigua (el recinto tiene más de 40 años) lo que obliga a realizar costosas reparaciones cada año, cuando se producen las crecidas fluviales de las aguas del Miño.

El proyecto incluye la renovación de la zona de vestuarios, duchas y urinarios. "Tras la reforma quedarán nuevos servicio e duchas en la zona baja donde se encuentra el puesto de enfermería de los socorristas, con lo que se eliminan la barreras y se construirá otro puesto para el servicio de enfermería de la playa", explica Cándido Gómez, quien recuerda el apego que los ourensanos tienen a un recinto que recibió más de 100.000 usuarios este verano.