En 27 días del mes de agosto, los incendios destrozaron 4.000 hectáreas en los montes de la provincia de Ourense. Los fuegos se atropellaron en la última quincena, desde el peligroso incendio entre Quiroga y Larouco que cercó la aldea de Seadur 11 de agosto) hasta el mayor registrado en lo que va de año, el de Cualedro y Monterrei (día 24) cuyo flanco principal se dio por extinguido ayer. Las 4.000 hectáreas devastadas en la provincia de Ourense en lo que va de mes supone casi el doble de la superficie malograda, en toda Galicia, entre enero y agosto. Mil trescientos incendios arrasaron 2.200 hectáreas, según los datos de Medio Rural a 21 de agosto pasado. Veintitrés incendios de envergadura en Ourense casi duplican el balance de daños.

Las pérdidas cuantiosas en bosques, fincas y viñedos -Cualedro y Monterrei llevan hoy a pleno la declaración de zona catastrófica, tal y como FARO adelantó- se sumaron a situaciones de terror vecinal, una estampa repetida en casi uno de cada tres del total de 23 incendios de envergadura registrados en Ourense durante agosto.

La Xunta tuvo que activar en un total de siete casos (Larouco, Verín-Vilardevós, Cudeiro, Velle, Cualedro y Cualedro-Monterrei en dos flancos distintos) el estado de alerta que indica peligro inmediato para personas y viviendas por la proximidad de las llamas, desencadenado el despliegue de medios necesario para asegurar perímetros de localidades y proteger poblaciones.

El número de situaciones de emergencias de varias localidades por la amenaza del fuego -brigadistas, sindicatos y oposición lo vinculan con la ausencia de medidas preventivas- suponen un incumplimiento por parte de la Xunta de su propio objetivo marcado en el Pladiga 2013.

El documento de preparación de la campaña de máximo riesgo -desde el 1 de julio al 30 de septiembre- estableció como meta disminuir el número de incendios de Nivel 1 con respecto a la media de los últimos 5 años.

El promedio, de 4 alertas, ha quedado pulverizado tras un mes de agosto en tensión permanente por el fuego. En 2011, cuando el verano se sucedió de una oleada en pleno mes de octubre con miles de hectáreas devastadas en Ourense, la Xunta se vio obligado a activar en 11 ocasiones el Nivel 1, definido por Medio Rural como el estado de aquellos fuegos que "pudiendo ser controlados por los medios de extinción de la Comunidad Autónoma, se prevé, por su posible evolución, la necesidad de poner en práctica medidas para la protección de las personas no relacionadas con la extinción y/o de los bienes distintos de los de naturaleza forestal que se puedan ver amenazados".