J.L.U., un vecino de 55 años de la aldea de O Meiral, en el concello de O Barco de Valdeorras, está en prisión preventiva tras ser detenido el lunes como el supuesto autor de varios focos, una veintena según Medio Rural, simultaneados a lo largo de una pista forestal de un kilómetro entre O Meiral y Santa Mariña do Monte, y que amenazaron la aldea de A Fervenza, en el mismo municipio, la madrugada del domingo.

El presunto pirómano fue descubierto sobre las 4 de la madrugada por un agente forestal del distrito Valdeorras-Trives, el número XIII y, al tratar de escapar, se precipitó a un zarzal. Previamente, el profesional de Medio Rural vio cómo el hombre plantando de nuevo oculto entre la maleza.

Fuentes del distrito forestal de O Barco explican que fueron los perros del presunto incendiario, al agruparse, quienes marcaron el camino. En cuanto J.L.U. vio al agente forestal, se dio a la fuga. Se precipitó en una zona de maleza y, en un primer momento, quedó atrapado. Los forestales le ayudaron a salir del zarzal, según las mismas fuentes, y después avisaron a la Guardia Civil.

La versión facilitada por el instituto armado difiere. El detenido habría plantado cuatro focos y , tras ser sorprendió por los forestales, llegó a huir. Fue localizado y detenido horas después por agentes de Guardia Civil de O Barco.

En el control del fuego intencionado, que se declaró sobre las once de la noche del domingo y quedó completamente extinguido a las tres de la tarde del lunes tras calcinar dos hectáreas de monte bajo, participaron tres agentes forestales con tres motobombas, además de dos patrullas del instituto armado. El supuesto pirómano, en prisión preventiva, también estaría detrás de otro fuego intencionado registrado hace dos años en Santa Mariña do Monte.

Asumir el gasto de extinción

Tanto el valdeorrés detenido por plantar deliberadamente como un hombre de 41 años de Soutopenedo (San Cibrao das Viñas) que ha sido imputado por un supuesto fuego negligente, se enfrentarán a un proceso judicial y a tener que asumir los costes originados en la extinción.

Al vecino de Soutopenedo la Policía Autonómica le imputa la responsabilidad, por negligencia, de un incendio forestal registrado el sábado cerca de esta localidad y la de Loiro. El imputado realizaba tareas de siega con un tractor cosechadora en una finca de su propiedad y, según fuentes policiales, una chispa desprendida originó las llamas.

El fuego afectó a su parcela y al entorno. El hombre intentó apagarlo él mismo con una cisterna pero no pudo evitar que se propagara. Según los datos de la Xunta, ardieron 4,1 hectáreas: 26.000 metros cuadrados de arbolado y 15.000 de monte raso.

En 2013, la Policía Autonómica ha imputado a 71 personas por incendios forestales. Los delitos se castigan con multas o penas de uno a cinco años de cárcel, y con hasta 20 años si el fuego supuso riesgo para la vida o integridad física de las personas. La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, reiteró ayer su llamamiento social para que los pirómanos no tengan cobijo social. "Tolerancia cero con los incendiarios y con quienes los defienden", vinculó.