La agrupación Miño, que nació hace tres años después de separarse de la Federación Limiar, afirma no sentirse respetada y reclama una mayor atención para los colectivos más olvidados. Así, darle voz al mundo rural y sacar a la luz las deficiencias de la periferia son algunos de los objetivos que persigue esta agrupación. La mala situación de los accesos, la poca limpieza en algunas zonas y sobre todo la mala canalización de las aguas residuales son las principales reivindicaciones de Miño, que no deja de darse golpes contra la pared ante la falta de atención de las autoridades ante sus demandas.

- Tres años después de su constitución ¿en qué situación se encuentra la agrupación Miño?

- Cuando fundamos la asociación Miño estaba constituida por 9 asociaciones y ahora ya somos 18. Nosotros intentamos buscar un hueco en Ourense y queremos que se nos escuche y se nos respete como colectivo vecinal, pero a nivel de institución consideramos que aún no nos tienen el respeto que nos deberían tener. Lo que intenta Miño es mejorar las cosas en el mundo rural donde aún nos queda mucho por hacer. Después de tres años nos gustaría estar mucho más consolidados a nivel municipal y a nivel autonómico pero la verdad es que parece que al concello le estorbamos. No interesa que estemos incordiando y mostrando las necesidades de los barrios y de la ciudad y las asociaciones tienden a desaparecer. Hemos estado pidiendo muchísimas cosas pero no vemos la respuesta que nos gustaría por parte del concello.

- ¿Cuáles fueron las principales reivindicaciones del grupo Miño a lo largo de estos años?

- Cuando formamos la agrupación le hicimos llegar al gobierno municipal un dossier con las necesidades prioritarias de las asociaciones vecinales en los barrios y en los pueblos de la periferia. Hace tres años que nos dijeron que lo iban a mirar y que cada año iban a sacar una partida del presupuesto para esas mejoras. Hasta ahora se han hecho pequeñas cosas pero no vemos que se haya invertido nada en las obras que consideramos importantes.

- ¿Qué proyecto considera que es el más urgente para llevar a cabo como agrupación?

- Hay zonas del rural que tienen fosas sépticas y aun no tienen canalizadas sus aguas residuales y eso es muy grave. Estamos hablando de zonas rurales que están a 5 y 7 kilómetros de Ourense. Son cosas muy importantes y desde hace tres años no se ha hecho nada. En la zona rural no se está cumpliendo nada de lo que se tenía firmado y el concello no hace nada por evitarlo. Muchas carreteras no están asfaltadas y el acceso es muy complicado. A nivel de limpieza también hay zonas muy deterioradas. Lo más importante para mejorar son: accesos, canalización y limpieza.

- ¿Qué explicación les da el concello para no atender estas demandas?

- En primer lugar se excusan en los bajos presupuestos y argumentan que el dinero es insuficiente. Afirman que ya destinan partidas a obras más importantes, aunque su definición de importante es arreglar la avenida de la Habana y el concello y yo personalmente no considero eso como obras importantes. El rural paga siempre religiosamente sus impuestos pero al final es el más perjudicado; somos ciudadanos de tercera. No toman medidas y se disculpan en que no hay dinero. Te lo venden como si el ayuntamiento estuviera hundido por darles dinero a las asociaciones.

- ¿Cual es la partida que recibió esta agrupación para 2013?

- De momento por parte del concello recibimos cero euros. Ahora estamos intentando firmar un convenio y ellos dicen que tienen una partida de 15.000 euros, pero mientras no se aprueben los presupuestos la realidad es que no tenemos nada. El año pasado recibimos 12.000 euros que destinamos a las actividades de las distintas asociaciones. Nosotros damos cursos enfocados al rural como el de poda e injertos. También impartimos cursos de informática para miembros de la directiva y organizamos viajes con asociaciones de las distintas partes de Ourense. El año pasado hicimos una comida para recaudar fondos para un niño con problemas de salud, estamos para lo que se necesite. Charlas enfocadas a la tercera edad, cursos de formación y material de oficina son otras actividades a las que destinamos el dinero de esta partida.

- Hace tres años se hablaba de la firma de un convenio con la Diputación Provincial.

- El año pasado a asociaciones como Limiar se le concedieron 24.000 euros pero a nosotros nos dieron cero sin ninguna explicación. Este año el presidente nos ha dicho que nos iban a conceder 6.000 euros pero aún sigue habiendo diferencia entre nosotros y la federación Limiar.

- ¿Cuál es la relación que mantiene actualmente con la asociación de vecinos Limiar?

- Por mi parte la relación es correcta. No tengo ningún problema en colaborar y apoyar en lo que sea por el bien de la ciudad. Vamos a mirar el bien colectivo y no nuestros intereses personales. Cuando nos separamos de Limiar no teníamos idea de formar nada y solo nos fuimos porque el presidente era un dictador y era una situación insoportable. El motivo de nuestra separación fue un enfado entre los representantes de las asociaciones que no estaban de acuerdo en cómo actuaba el presidente. Era una persona que no escuchaba, que no dejaba hablar y que cerraba las reuniones cuando le parecía. Cuando nosotros nos dimos de baja nos dimos cuenta de que cada uno representaba a diferentes asociaciones del rural y por eso formamos la agrupación.

- Estamos viendo que muchas de sus reivindicaciones no se están cumpliendo. ¿Se platean alguna otra vía para que se hagan oír sus propuestas?

- La vía que nos queda es la del pataleo. Salir en los medios, pedir el apoyo de los vecinos y protestar. Si en algún momento hay que hacer alguna concentración se hará. Consideramos que se nos debe respetar y se debe responder de forma urgente a las peticiones del mundo rural.