Tras eludir el cerco policial en Asturias, después de una intensa búsqueda durante una semana que se amplió a todo el territorio nacional y en medio de profundas rencillas entre clanes gitanos -los Hernández contra los Jiménez- que desencadenaron episodios reactivos de violencia por venganza, la Policía Nacional conseguía atrapar ayer en Ourense, en una espectacular redada con más cien efectivos de Galicia y del Principado, al presunto autor de un asesinato a tiros perpetrado el pasado miércoles, a plena luz del día, en una calle de Avilés.

Florente Hernández Camacho, de 41 años, que presuntamente abatió de diez disparos a Francisco Jiménez, alias el "Nano", también de etnia gitana pero de un clan rival, fue capturado en uno de los tres asentamientos chabolistas de Xinzo de Limia donde permanecía oculto. Tras el homicidio, el rastreo del móvil de su mujer lo situó en Lugo pero los investigadores también sospechaban de su presencia en León e incluso Portugal. Estaba catalogado como violento y armado.

Además, los agentes arrestaron a un familiar que en el momento de los hechos iba con él en el coche y que, según las fuentes, habría colaborado en la fuga tras el tiroteo, así como a otras dos personas a las que los investigadores atribuyen encubrimiento y tenencia ilícita, respectivamente. Tras el crimen, ya fue detenido en Asturias M.H.H., un sobrino del supuesto pistolero que lo acompañaba, aunque en otro vehículo, y que supuestamente actuó de señuelo para desviar el foco de su tío y propiciar su huida.

Los agentes irrumpieron a la vez en los tres poblados para neutralizar cualquier respuesta. Hubo un conato de huida que el amplio despliegue evitó. Junto al menos una docena de equipos antidisturbios y de policías especializados del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES), el ingente equipo policial contó con el apoyo en tierra de brigadas de Seguridad Ciudadana, Policía Científica y de agentes judiciales de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Ourense, Avilés y Oviedo. Desde el aire, peinó el territorio el helicóptero del cuerpo con base en Vigo. El amplio despliegue desarrollado entre ayer al mediodía y la última hora de la mañana sobresaltó a los vecinos de la localidad limiana. A las cuatro de la tarde, las distintas unidades movilizadas abandonaban Xinzo de Limia.

Las investigaciones, que dirige bajo secreto de sumario la juez de Instrucción Número Tres de Avilés, situaron al inicio de esta semana al presunto pistolero en Xinzo. La macrorredada se programó, insisten fuentes del caso, para evitar riesgos y enfrentamientos cruzados. Aunque la Policía descartaba ayer cualquier tipo de "incidente", hubo persecuciones y los efectivos se vieron obligados a reducir a un grupo de unas treinta personas, según agentes que participaron consultados ayer.

La Jefatura Superior de Policía de Asturias, la Comisaría de Avilés y la Jefatura Superior de Galicia coordinaron el engranaje policial. Los agentes llevaron a cabo un total de 20 registros simultáneos en los que se incautaron, en distintos puntos del asentamiento donde se localizó al presunto homicida, de dos escopetas, seis pistolas, dos revólveres y munición.

Los cuatro detenidos permanecían ayer custodiados en los calabozos de la Comisaría Provincial de As Lagoas, donde se completará el atestado antes de su puesta a disposición judicial. Las fuentes no han podido precisar cuándo comparecerán ante el juez de Primera Instancia e Instrucción de Xinzo -el competente territorialmente y el que autorizó los registros- el presunto autor, su colaborador y los otros arrestados. El plazo máximo de detención policial vence a los tres días, el sábado al mediodía por lo tanto. Después de este trámite, los presuntos delincuentes serán trasladados a la sede judicial de Avilés donde está centralizado el caso.

El homicidio tuvo lugar en la avenida de Los Telares de Avilés el pasado día 24. Florente Hernández, con domicilio en la Avenida de Alemania de Avilés, se dedica a la compra-venta de coches, según los vecinos. La relación entre supuesto agresor y víctima se había minado. Los investigadores apuntan a una posible deuda pendiente de drogas entre los dos clanes como el móvil del crimen.

Además, tal y como informó La Nueva España, personas vinculadas a ambas familias atestiguan que días antes del crimen, Jiménez y Florente Hernández protagonizaron un encontronazo en plena calle. Este último le amenazó de muerte ante un grupo de personas, según el mismo relato. La bronca se repitió, presuntamente, horas antes del crimen y se habría convertido en la mecha que definitivamente encendió la llama entre dos familias gitanas enfrentadas desde hace tiempo. Francisco Jiménez pudo haber herido a una persona del clan rival con arma blanca la mañana de su muerte.

El presunto pistolero encontró a la víctima en la calle, a la puerta de un bar de la avenida Los Telares. Sin mediar palabra, el supuesto autor de los hechos bajó de una furgoneta y a plena luz del día disparó hasta diez veces -según las marcas policiales- contra Nano Jiménez, residente en Gijón, según las revelaciones de La Nueva España. El tiroteado falleció en el acto. El presunto homicida habría cambiado de vehículo en su domicilio de Avilés para completar la huida.

30 allegados en Comisaría

La localidad asturiana estuvo blindada por las fuerzas del orden a primera hora de la noche del jueves tras el funeral por Francisco Jiménez, para impedir enfrentamientos en el barrio del Nodo, donde residen el presunto asesino y familiares de la víctima. Para evitar más altercados -el camión de un pariente de Hernández fue calcinado-, familias gitanas vinculadas a ambos clanes dejaron la ciudad. Ayer, al menos una treintena de familiares y allegados de los arrestados se concentraban por la tarde a las puertas de la Comisaría de Ourense.