Isaac Vila aún aparecía de la mano de José Luis Baltar en junio de 2010 para promocionar un proyecto inversor en su feudo sempiterno de A Limia, un Centro Industrial Cárnico de Alta Tecnología, promovido por el grupo IGC en el que el histórico político, con más de 2,5 millones de euros en participaciones en empresas, es consejero. Ayer el histórico exalcalde aludió a su dedicación empresarial para negar un regreso rumoreado a la política desde filas independientes. Vila, casi octogenario, apareció flanqueado por su rival, el actual alcalde Antonio Pérez, y el presidente que propició el relevo anticipado, José Manuel Baltar. "Estamos aquí para desmentirlo categóricamente", dijo este último.

Tras una reciente publicación periodística, Baltar llamó al Isaac Vila para forzar la comparencia de ayer. "Mi etapa política ya pasó per soy militante del PP y me debo, en ese partido, a Ourense, a Galicia y a España pero sin otras aventuras políticas", zanjó el exalcalde. En los últimos meses circulaban comentarios de sus ganas de regreso en 2015. Según las fuentes, había coqueteado con populares descontentos y escindidos de la comarca limiana para saldar cuentas políticas. Dejó el cargo para la sucesión en Xinzo tras un pacto con Baltar padre que no se cumplió. Junto a él dimitieron tres ediles para permitir el relevo. Antonio Pérez era el número cinco. La hipotética inestabilidad del regidor actual por contratos de personal denunciados judicialmente reavivaban las expectativas.

Las fuentes relacionan el desmentido de ayer con la propia situación de dependencia de Vila, presentado ayer por Baltar como "presidente de honor del PP de Xinzo" . La concesión de suelo depende de la iniciativa del gobierno de su enemigo. Vila no ocultó en su discurso sus reproches por "un retraso de 2 años." El discurso principal de tropas prietas macado por Baltar dejó margen para que el proyecto demorado se presentara como factible. El CICAT acumula retrasos, mantiene las mismas promesas inversoras y ni siquiera dispone de terrenos. Los dotará, en subasta pública, tal y como se encargó de precisar, el gobierno de Pérez. "se hizo una modificación del plan sectorial de polígono industrial para poner a su disposición 60.000 metros cuadrados que no está resultando fácil conseguir, pero la petición presentada a la Xunta es para 600.000 metros cuadrados, de los que una parte podría ser para la empresa cárnica y saldrán a subasta pública, pero no creo que haya muchos más interesados", detalló el regidor.

La administración autonómica también sería una pieza necesaria en la urbanización del polígono y de cara a posibles apoyos financieros. Según publicó El País, el propio Vila había declarado el proyecto de utilidad pública cuando aún gobernaba. El exregidor negó otras interpretaciones a la posible coincidencia con las municipales de 2015 del inicio de actividad previsto por él ayer. En septiembre, fijó, comenzaría la explanación del terreno.

"Ya me pasó el malestar"

En 2003, la implantación de Vidriera del Atlántico en Xinzo acompañó su regreso a la alcaldía a tras una inhabilitación al final de los noventa por facturar desde el Inorde, del que era presidente, a una droguería propia. Dos años antes del cierre de la factoría, el veterano político, regidor de Xinzo desde 1979 a 1997 en la etapa previa a su condena por tráfico de influencias, vendió su participación a un grupo portugués. La oposición teme un uso electoral de una promesa sin concreción que "en momento de necesidad sirva para captar miles de votos". "Nunca tuve que ampararme en ninguna empresa; desde el 79 siempre gané por mayoría absoluta", resaltó.

En octubre de 2010, obligado según sus confesiones en privado a dejar por anticipado el bastón de mando para adelantar la llegada de Antonio Pérez, el actual alcalde, cambió su consideración del baltarismo. Baltar padre le prometió un puesto en las últimas listas al Senado que el hijo declinó. "Ya me pasó el malestar. Uno puede estar cabreado pero luego meditándolo se me pasó", aseguraba ayer en la comparecencia. Estuvo en la Cámara Alta en tres legislaturas. En su última experiencia era el senador más rico, con 2,8 millones en bienes y activos.