La despedida de Freire Couto fue de todo menos amable. La bronca comenzó en el minuto uno cuando el portavoz del BNG, Leopoldo Rodríguez, acusó a los miembros del PP de ser los "labregos da linguaxe" por utilizar las palabras "perversamente". Tras hacer un amplio catálogo de los eufemismos institucionalizados por la política de recortes y austeridad, el nacionalista dijo a Freire Couto que "lo suyo no es una renuncia ni esto una reestructuración del Inorde". La verdadera razón, añadió, es la "imposibilidad de mantener en el cargo a un defraudador, esto es un cese en toda regla". Hurgando un poco más en la llaga, Rodríguez Puga le recordó que el propio Baltar calificó de "ridícula" la inversión del Inorde y de "disparate" el sueldo de un presidente "que no es modelo de comportamiento".

Freire Couto no se amilanó y presumió de llevar 26 años ejerciendo la política con una "conducta intachable", ganando siete mandatos en Barbadás con mayorías absolutas. Se atribuye el mérito de "dejar todas las administraciones en las que estuve con deuda cero" y puso los "números y los hechos" como aval de una gestión pública "sin la más mínima tacha", pero sin referirse a sus problemas con la Hacienda pública, a la que ha tenido que abonar 16.000 euros por una sanción grave por ocultación de patrimonio entre 2007 y 2010.

"La única verdad de su discurso -le dijo el portavoz socialista Ignacio Gómez-, es que su paso por el Inorde ha sido muy enriquecedor".