T-Solar Global, de la que dependía, T-Solar de Ourense, es una firma filial de Isolux Infrastructure, uno de los principales productores independientes de energía en términos de capacidad instalada. La factoría ourensana fue concebida para realizar trabajos para Isolux, no había otros encargos privados.

El Real Decreto-Ley (RDL) 14/2010 que estableció un límite anual a las horas de producción a las que resulta aplicable la tarifa fotovoltaica o prima por la producción de kilovatio/hora, supuso que todo lo que excediera de esa cantidad habría de venderse a precio de mercado, muy inferior, y la retirada de primas, dejó al borde del concurso a miles de firmas del sector.

Eso afectó igualmente a T-Solar Ourense y, pese a que los expertos en que la situación es reversible, la factoría que se inauguró en 2008, gracias a la cesión gratuita de 100.000 metros de suelo en el PTG y que contó con 8,5 millones de euros de la Xunta y otros 7,6 del Gobierno central a devolver sin intereses, se venderá ahora a precio de saldo.

Así el valor contable es de 92 millones y en la actualidad la valoración del informe de masa activa es de 18,3 millones pero se venderá, afirman, por mucho menos.