El contenido de las cuentas del grupo municipal socialista marcaron un antes y un después en el devenir político del alcalde, Agustín Fernández, que en su afán de mantenerse en la alcaldía y evitar que la división del grupo se convirtiese en una ruptura definitiva, no dudó en acudir al secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, e intentar mantener un encuentro con el secretario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Después de que personas de su confianza, cuestionadas abiertamente por ediles socialistas, realizasen innumerables gestiones, Agustín Fernández se trasladó el pasado lunes a Ferraz, con la intención de buscar la confianza perdida, sobre todo después de la repercusión que tuvo el gasto de dinero público asignado al grupo socialista.

De la visita nada transcendió oficialmente, pero según pudo saber FARO, el deseado encuentro con Rubalcaba no se produjo finalmente, por lo que el alcalde debió cambiar de estrategia para, al menos, mantener unidos a sus concejales, y de esa forma poder seguir gobernando en minoría la ciudad. En esa travesía se encuentra inmerso Fernández, que en su momento, y ante el distanciamiento entre los dos grupos, llegó a amagar con una dimisión que no tenía pensado presentar.