Los últimos acontecimientos en el grupo socialista, que gobierna el Concello de Ourense en minoría, marcados por desencuentros y enfrentamientos que transcendieron públicamente, llevaron al alcalde, Agustín Fernández, a mantener ayer un encuentro con los once ediles, y al que también asistió la concejala no electa, Carmen Rodríguez, para apuntalar una unidad que está amenazada por la ruptura, ante la celebración hoy del pleno extraordinario en el que se debate la reprobación y la dimisión del regidor.

Está claro que Agustín Fernández no las tiene todas consigo, en lo que se refiere al apoyo de todo el grupo socialista, marcado por la división entre los denominados "paquistas", acólitos del exalcalde, Francisco Rodríguez, imputado en la operación Pokémon, y los alineados con la dirección del partido, conocidos como "pachistas", y eso que el pasado domingo, con motivo de la celebración de los maios, escenificó con el secretario del PSdeG, Pachi Vázquez, un "apaño", como lo califica el PP, para vender una unidad que luego no se concreta en la realidad.

La revelación de determinadas cuestiones que público FARO sobre las cuentas del grupo municipal socialista en el Concello, como un préstamo a un funcionario municipal de algo más de 21.000 euros, que no tiene apunte contable alguno, y las facturas de supermercados en bebidas alcohólicas y comida para fiestas al exalcalde, Francisco Rodríguez, y que desconocían una parte de los ediles, por lo que ante las dudas las solicitaron vía registro, acentuó la división que en algún momento estuvo a punto de llevar a la ruptura.

Frenar la ruptura

Una situación límite a la que tuvo que poner freno el propio Pachi Vázquez, después de mantener sendos encuentros con el alcalde, y que tuvo como nuevos perdedores a los cinco concejales socialistas que siguieron fielmente las consignas de la dirección del partido, sobre todo después de la detención, puesta en libertad e imputación de Rodríguez en la Pokémon.

Era el nuevo sacrificio que exigió el secretario del PSdeG, después de lo que aconteció con el relevo del anterior regidor al verse forzado a dimitir y abandonar la corporación, y que llevó a Agustín Fernández, tercero en la lista que presentaron los socialistas en la elecciones municipales, a la alcaldía.

Así las cosas, y después de los encuentros entre Vázquez y Fernández, la reunión de ayer del alcalde con sus concejales, cita a la que faltó la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, que fue desautorizada en toda regla con el comunicado de "perdón público" realizado, que contrasta con su sentencia en el pleno ordinario del pasado viernes, 3 de abril, de: "Pedir perdón, de qué", tenía como objetivo rebajar la tensión de cara al debate de reprobación.

En esa línea, y con las consigna clara de que la división se convierta en una unidad de acción, se planteó el nombramiento de un portavoz estable, siendo elegido el edil de Hacienda y Empleo, José Ángel Vázquez Barquero, que será el encargado de presentar los argumentos del grupo socialista para rechazar la reprobación y dimisión del alcalde, aunque la intención inicial de Fernández era otra, ya que la elegida era Susana Bayo, la que días antes fuera denostada por el otro grupo.