La "X Xuntanza de Trens" de cinco pulgadas, realizada en el Parque Ferroviario dos Carrileiros en el antiguo cuartel de San Francisco, logró atraer a mil personas a lo largo de la jornada de ayer, que tuvieron la oportunidad de subirse a 16 trenes, entre los que se encontraba una réplica de una locomotora alemana de la segunda guerra mundial -con más de un metro de largo-, procedente de Madrid, que funciona con carbón y agua.

Llegaron dos locomotoras de Córdoba, una de Barcelona, una de Bilbao, tres de Madrid, una de Ponferrada, una de Málaga, una de Asturias y dos de Valencia, que se sumaron a las cuarto de Carrileiros-Foula que se pueden visitar todos los domingos.

Entre los trenes de cinco pulgadas mostrados ayer en Ourense, había varias reproducciones de locomotoras suizas, una inglesa -llegada desde Bilbao- y las demás eran reproducciones a escala de trenes nacionales.

En cuanto a la cronología, las más antiguas reproducen locomotoras de vapor de los años veinte.

De doscientas a trescientas personas visitan cada domingo el Parque Ferroviario dos Carrileiros, de 11,30 a 13,30 horas. Cuenta con un circuito, con trenes de cinco pulgadas que salen de la estación de forma permanente, por lo que los usuarios pueden subirse a ellos en la estación, previo pago de dos euros las personas mayores y de un euro los niños. La gestión corre a cargo de Carrileiros-Foula, un colectivo con veinte socios.

La fascinación por los trenes de cinco pulgadas tuvo su origen en Valencia hace treinta años. Poco a poco se fue extendiendo por toda la franja mediterránea, desde Levante a Cataluña. En la actualidad hay unos cuarenta circuitos de trenes tripulados de cinco pulgadas en España. Sin embargo, el de Ourense es "el único que hay en el noroeste de la península, desde el de Madrid", que se encuentra en el Museo Delicias.

Carrileiros-Foula destina los fondos que recauda con la venta de billetes a los visitantes que realicen viajes en trenes de cinco pulgadas al mantenimiento de las instalaciones. Periódicamente tiene que cambiar las vías, reponer las baterías de las locomotoras y realizar reparaciones.

Los amantes del tren editan una revista de arqueología ferroviaria, sobre temas relacionados con el ferrocarril en Galicia. Dedicaron un número al viaducto del Miño y otro a las estaciones rurales que hay en la línea de Zamora a Coruña por la provincia de Ourense.