La legislación gallega prohibe que los menores de 18 años consuman alcohol. Además el tema de los menores aparece como asunto de interés superior en el artículo 3 de la Convención de las Naciones Unidas de Derechos de Niño, que exige a los poderes públicos que realicen labores de protección "de la salud física y mental" de los jóvenes.

Estos son algunos de los postulados de los que partía el informe enviado el pasado año al Concello de Ourense y a otros seis grandes municipios gallegos por el Valedor do Pobo, en el que proponía a sus regidores, que implantaran mecanismos de control de un hábito de consumo que practican de forma habitual fines de semana cientos de menores en puntos fijos de calles y plazas del casco urbano.

Pero desde el Concello de Ourense, todavía no se ha movido ficha tras el requerimiento del Valedor do Pobo, según advierte el grupo municipal del PP, que ha decidido presentar por registro una pregunta que se planteará al pleno municipal del viernes, en la que cuestiona al Gobierno local si hay fecha de puesta en marcha de esa ordenanza reguladora, para atajar el problema del botellón en la ciudad.

La concejal del grupo popular en el concello, Belén Iglesias recuerda en su pregunta al Gobierno local "las recomendaciones dadas en el informe de 2012 por el Valedor do Pobo al Concello de Ourense, sobre las consecuencias negativas del botellón para la salud de los jóvenes y para a ecología ambiental de los vecinos" y pide la fecha para la puesta en marcha de la mencionada ordenanza reguladora del botellón "teniendo en cuenta que la única manera de atajar este problema, no es ni con la imposición, ni con la dejadez de funciones, sino con una ordenanza reguladora de esta práctica".

En el escrito que remite ahora al alcalde la la viceportavoz de los populares en el Concello de Ourense, Belén Iglesias, argumenta que "el botellón es una práctica social que afecta a la salud de los más jóvenes, a los vecinos de Ourense y hasta al mobiliario urbano".

Sin embargo "y pese a asistir cada fin de semana a un problema de salud y de convivencia vecinal e incluso patrimonial de la ciudad, el grupo de gobierno continúa mirando hacia otro lado, a pesar de las continuas recomendaciones del Valedor do Pobo y de las insistentes denuncias de los vecinos afectados".

Cree la concejala que "el gobierno en minoría de la ciudad anda más preocupado en sus propias luchas internas que en mirar hacia los problemas que afectan a toda la ciudad, y no solo al partido que ostenta actualmente la Alcaldía".

Puntualiza que hasta ahora el Grupo Municipal del PP se ha hecho eco al menos en dos ocasiones de esta problemática, defendiendo dos mociones, una en julio de 2011 solicitando mecanismos de regulación del botellón y un debate abierto, y otra en noviembre del mismo año cuando todavía gobernaba el bipartito, "sin actuación municipal alguna al respecto".