Destacar entre 5.250 proyectos presentados por 141 países a uno de los premios de diseño industrial más importantes del mundo ha sido recibido por la empresa Formato Verde instalada en la Tecnópole como un soplo de aliento necesario en un momento de máxima incertidumbre. "El éxito es vender", afirma Marcos Rodríguez, director gerente de la firma, quien no oculta dificultades económicas.

La empresa, con más de diez años de experiencia, sufre las consecuencias de la crisis y ve en este reconocimiento internacional una posible vía de negocio para un derroche de ingenio y creatividad que ha dado lugar a diferentes versiones de contenedores en superficie y soterrados creados siempre bajo el paraguas de la eficiencia y la defensa medioambiental.

El premio platinum concedido por los Adesing Award corresponde al modelo Big Bin, un contenedor fabricado íntegramente con piezas procedentes de empresas gallegas que destacó entre más de cinco mil propuestas por su calidad técnica y por ofrecer una solución constructiva no existente en el mercado. La mención se encasilla en la categoría de mobiliario urbano y fue elegida por un jurado integrado por 30 profesionales del diseño con reconocimiento internacional. Lograr uno de los 49 platinum que se entregaron supone un auténtico indicador de calidad y un certificado de excelencia.

Se trata de un contenedor que anima al usuario a reciclar y que reduce los costes del servicio de recogida de basuras al aumentar la vida útil de cada pieza. Está fabricado en polietileno rotomoldeado y acero galvanizado, lo que lo hace más resistente a los golpes, a los cambios de temperatura y al desgaste. Además, está diseñado para que su manipulación por parte de los vehículos de descarga sea rápida y muy silenciosa. El diseño redondeado, además de un componente estético, tiene su propia funcionalidad ya que facilita la limpieza y evita la acumulación de residuos que, con el paso del tiempo y el calor, favorece los malos olores.