Natalia Pérez y Carlos Miguélez se encontraron de pronto los dos en el paro. La inmovilidad les llevó a barajar mil ideas hasta que decidieron montar una tienda de alimentación y consumo responsable. "Era esto o irnos al extranjero", dice Natalia, que ya tenía experiencia como dependienta de "comercio xusto". Carlos trabajaba en la construcción de los túneles del AVE pero las condiciones laborales "empezaron a empeorar" y se vio obligado a desistir.

El proyecto que han iniciado "no es para hacernos ricos, sino para vivir", dicen. Se sustenta en la economía social ya que, además de comercializar productos de comercio justo y agricultura ecológica, trabajan con productores locales y artesanos: "Es una salida para nosotros que contribuye también a que nuestros vecinos trabajen".

El arranque del negocio también ha sido sostenible, sin necesidad de financiación. Natalia capitalizó su paro y los muebles están fabricados por ellos mismos con madera reciclada. El local se ubica en las concurridas galerías Viacambre, en su entrada por Santo Domingo.