Fueron cuatro y solo él se enfrenta a una condena mientras, de momento, permanece en prisión preventiva. Juan Carlos G.P. fue juzgado ayer por un intento de robo en junio de 2012 en una joyería de Ourense. El acusado, dos personas más que nunca fueron identificadas y una mujer que se encuentra en paradero desconocido participaron organizadamente en una intentona que se frustró sin botín alguno.

Los hechos ocurrieron el 6 de junio de 2012 a la una de la tarde en un establecimiento de la calle Doctor Marañón. El acusado, de nacionalidad cubana y que ya cuenta con una condena anterior por un delito de hurto en Móstoles (Madrid), participó junto a sus colaboradores siguiendo un plan, tal y como detalla la Fiscalía de Ourense en el escrito de acusación.

El hombre fue el primero en entrar al local y tras mostrar interés por unos pendientes pagó por ellos 6 euros. No se fue del establecimiento. Acto seguido entraron en el local la acusada que está ausente, de nacionalidad peruana, y otra mujer sin identificar. Las dos pidieron a la dependienta que le mostrara unos relojes que se encontraban en el escaparate. De este modo, consiguieron distraer a la trabajadora.

El acusado aprovechó, presuntamente, que la mujer salió tras el mostrador para apoderarse de varias montas con joyas, en las que había objetos valorados en 3.680 euros.

El hombre se vio sorprendido en ese momento por una mujer de 78 años de edad que se encontraba en la trastienda del establecimiento. La anciana intentó retener al presunto ladrón por el brazo, momento en el que este le propinó un mordisco en el brazo para desembarazarse. Al tiempo forcejeó con la dependienta, que había acudido en auxilio de la señora. Al acusado se le cayeron las alhajas al suelo. La otra acusada y el resto de acompañantes no identificadas aprovecharon entonces para darse a la fuga.

El fiscal pide una condena de 1 año y 11 meses por el intento de robo, así como una multa e indemnizaciones por las dos faltas de lesiones a las dos mujeres de la joyería.