El Servicio Galego de Saúde ha sacado las bases para privatizar los servicios de mantenimiento, personal y labores de vigilancia y de limpieza del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), por un importe total de 150 millones que se pagarán repartidos en diez años a la futura adjudicataria, que deberá ocuparse incluso de la futura central energética de cogeneración que suministrará electricidad al complejo sanitario.

Al menos siete empresas se han interesado ya por optar a este fuerte paquete económico de gestión que está en fase de licitación. Firmas como Acciona, Ferrovial, Eulen (empresa de vigilancia) y Acciona han visitado ya, según fuentes de la junta de personal del CHUO, estas instalaciones para presentar su ofertas.

Pero la cosa no acaba ahí. Además de condensar en una sola empresa servicios tan dispersos que antes llevaban pequeñas empresas, la futura concesionaria tendrá que poner además sobre la mesa 14 millones de euros para la primera fase del Plan Director de ampliación del complejo hospitalario, cuestión denunciada ayer por la junta de personal del CHUO, que ve en esta privatización del mantenimiento "un posible adelanto", afirma, de la "privatización futura de la gestión integral de este complejo hospitalario, una posibilidad que creen queda abierta en el pliego de bases".

El Ateneo de Ourense acogió ayer el participativo acto de denuncia de la junta de personal del CHUO, integrada por representantes de todos los sindicatos médicos y sanitarios.

"La preocupación de los trabajadores es muy grande, pues hablamos de una concesión de enormes dimensiones, en la que la futura concesionaria tendrá capacidad incluso para poder dictar su propia normativa sociolaboral de prevención de riesgos laborales de sus trabajadores, una normativa que no sabemos si estará por encima o por debajo de las que tiene el propio Sergas o si ambas chocarán", explica Fernando Rivas, representante de la CIG en la junta de personal del CHUO.

Los pliegos del concurso para la contratación del servicio de gestión integral colgados en la página del Servicio Galego de Saúde (Sergas), al que pueden optar incluso empresas de ámbito nacional y europeo, dado el volumen inversor, definen el objeto de este proceso que prevé "la gestión integral de espacios de los anexos y edificios integrantes de los hospitales Santa María Nai, Nosa Señora do Cristal y Hospital Piñor". Las actividades a desarrollar por la futura concesionaria son las de "limpieza, desinfección, desratización y desinsectación, así como vigilancia y seguridad, mantenimiento y suministro energético prestacional".

Según fuentes de la junta de personal se puede producir una duplicidad de servicios y gastos con esta adjudicación, pues los trabajos de mantenimiento de los hospitales, que incluyen desde albañilería, a electricidad o fontanería, tiene ya 94 trabajadores que pertenecen a la plantilla del Sergas y no pueden ser transferidos a la empresa privada que lleve la gestión, por lo que "habrá que articular cómo se gestionan estos trabajadores con los que contrate la empresa privada" denuncian los sindicatos.

La junta de personal se opone "radicalmente a esta nueva privatización de servicios tan importantes, pues temas como el de la limpieza y desinfección son básicos en un centro sanitario de estas características y no pueden convertirse en negocio".