Fue en ruegos y preguntas cuando se produjo la refriega dialéctica entre el alcalde, Agustín Fernández, y el portavoz popular, Rosendo Fernández. La guerra de los Fernández. Y todo se fraguó cuando el alcalde evitó responder a las sucesivas preguntas que le hizo el portavoz popular, todas relacionadas con temas de personal, que concluyó con una petición expresa de que "cese" o "dimita" la concejala no electa, Carmen Rodríguez.

En el fragor del debate, Rosendo le espetó a Agustín que era un alcalde "inepto", la respuesta no se hizo esperar, fue inmediata, con un "gracias por sus piropos, pero es un maleducado".

Pero no fue el único envite crítico al que tuvo que hacer frente Agustín Fernández en el pleno de ayer, ya que minutos antes, la edil de DO, Susana Gómez, le reclamaba que le pidiese a la edil de Urbanismo, Áurea Soto, que "eche el freno", en alusión a las acusaciones dirigidas hacia Democracia Ourensana, y que sus valoraciones tengan consistencia documental. A modo de ejemplo señaló que "cuando dije de ella (Áurea Soto) que estaba imputada, es que tengo documentos para hacerlo".

Agustín Fernández, ante la avalancha de críticas tanto propias como hacia sus concejales, optó por contraatacar, y aseguró que "todos tenemos que echar el freno", así como "no decir tantas cosas", como algunas que formaron parte del debate que se produjo en determinados asuntos. Lo que logró frenar el alcalde fue el conato de enfrentamiento entre la edil de Urbanismo y la concejal del PP, Mónica Mourelo.