Las contrataciones masivas realizadas por José Luis Baltar, que se sustentaban en el ordeno y mando, derivaron en una querella que presentó el ministerio público contra él por un delito de prevaricación continuada, y que han metido de lleno a jefes de servicio de la Diputación que realizaron "peticiones" a la Presidencia, algunos de los cuales se demarcan ante la posibilidad de tener que asumir en el futuro responsabilidades.

Es por eso que en el caso de estos funcionarios, que debieron acudir a declarar a la Fiscalía, la situación les llevó a comentar que lo único que hicieron fue "recibir" al personal que se le enviaban. Aunque reconocen que hubo una petición por medio, pero se escudan en que "desconocían" todo el procedimiento seguido para la formalización del contrato temporal.

Lo que no deja de ser llamativo es que en determinados casos, como sucede con el Teatro Principal, se realizasen hasta nueve contrataciones, entre las que se encuentra la de porteros de mantenimiento. Y en otros casos, como en el del parque de maquinaria, se llegó a contratar más personal del que solicitaba el jefe de servicio. La decisión "la tomó el presidente", revelan.