Manuel Baltar propuso ayer, en la sesión ordinaria del Consejo de Administración de Urbaourense, la Sociedad Urbanística de la Diputación que él preside, el cese de actividad de este organismo , creado durante la etapa en la presidencia de su padre para promover la inversión inmobiliaria, en un territorio vetado por la Xunta y que se ha convertido en una carga deficitaria para el pazo provincial.

El acuerdo adoptado ayer, será ratificado el próximo día 28 de diciembre por el pleno de la Diputación, lo que hará oficial el cese de actividad de Urbaourense, que no será disuelta como se había adelantado inicialmente para evitar el alto coste fiscal que supondría el coste de esta trámite. Es decir que a partir del 28 de diciembre, de este año (Día de Santos Inocente) Urbaourense será un muerto viviente, una sociedad con personalidad jurídica en el registro mercantil, pero sin actividad, ni empleados, pues los tres que formaban parte del equipo, el gerente, José Cudeiro, un delineante y un arquitecto serán oficialmente despedidos en el próximo pleno a propuesta de Baltar.

En la misma sesión del Consello de Administración de Urbaourense celebrada ayer, y a propuesta de su presidente, se aprobó la reducción del capital de Urbaourense en dos millones de euros. También se aprobó la propuesta, pendiente de pase a pleno del proyecto de obras complementarias de las conexiones externas del Parque de Nogueira de Ramuín para el refuerzo del firme en el entronque de acceso al parque, por un importe de 34.810 euros y su adjudicación al contratista que actualmente ejecuta otras obras de conexión.

Urbaourense había fijado su El Dorado económico en varios pilares, pero el principal era la construcción de 400 viviendas de promoción pública en Finca Mariñamansa, a partir de cuyos rendimientos, pensaban como en el cuento de la lechera ir aumentado ganancias para reinvertir, y realizar luego nuevos pisos en un solar en O Couto.

Pero la anulación del plan de urbanismo de Ourense, la anulación del propio proyecto de urbanización de Finca Mariñamansa, los problemas con Flager así como la crisis , convirtieron la pretendida gallina de los huevos de oro en un lastre y la subasta pública de Finca Mariñamansa quedó desierta.