En la misma dirección, aunque con matices argumentales, los dos grupos políticos que conforman el gobierno bipartito, aprobaron ayer una iniciativa que tiene como objetivo que la iglesia pague el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) del patrimonio que tiene en el municipio, y cuyo valor catastral está entorno a los 42 millones de euros. La aprobación en solitario por PSOE y BNG fue objeto de críticas por parte de los grupos de la oposición. Así, el grupo del PP la rechazó de plano, mientras que DO se abstuvo, ya que por un lado estaba de acuerdo en que pague, pero no así con la iniciativa de los nacionalistas, que calificaron de "desatino".

El concejal nacionalista, Fernando Varela, fue el encargado de defender la iniciativa. Proclamó que se debe acabar con estos privilegios propios de "épocas feudales". Varela apeló a la situación de crisis económica que existe en estos momentos para señalar que "no se trata de un capricho anticlerical", sino que entiende que se trata de una medida "justa y necesaria". Pero cargó con dureza contra la postura del PP, a los que acusó directamente de "saquear a los pobres para dárselo a los ricos", y de permitir que la iglesia se quedase fuera de los "brutales recortes" que se están llevando a cabo.

Acuerdos

Esta acusación provocó la protesta del portavoz popular, Rosendo Fernández, quien le espetó al edil nacionalista que "no sabe lo que dice", y aseguró que el BNG puso en marcha una "cruzada contra la iglesia Católica".

Además advirtió que los acuerdos €en alusión a los firmados por el Estado español y el Vaticano€ son para cumplirse, y salió en defensa de la labor que realiza la Iglesia, y que entra dentro de esa "reciprocidad" que se concreta dentro de los acuerdos firmados.

El socialista Agustín Fernández argumentó su apoyo a la moción en el régimen fiscal "extremadamente favorable" que tiene la iglesia, y no las administraciones. Por lo que son partidarios de que se modifique y se compense con el pago del IBI.

Rechazan elaborar un Plan de Seguridad en zonas termales como pide el PP

El argumento de "no nos consta", que utilizó el concejal de Termalismo, José Ángel Vázquez Barquero, fue suficiente para que el gobierno bipartito rechazase en el pleno de ayer la iniciativa de los populares en la que solicitaban que se elabore de forma urgente un Plan de Seguridad especifico en las zonas termales. Estaría formado por la Policía Local y Protección Civil, y se planteó con el objetivo de mejorar la seguridad ciudadana, así como el mantenimiento y uso adecuado de las instalaciones.

La edil popular, Marinel Fernández, trasladó datos relacionados al gran número de reclamaciones y quejas presentadas por los usuarios de las instalaciones, por la inseguridad ciudadana existente en esas zonas, además de la realización de botellones, además de recordar el "ataque violento" que sufrió un trabajador de Aspanas, entidad de personas discapacitadas, que se encargan del cuidado de la zona de Outariz.

Para Vázquez Barquero el relato de la edil popular es "de otro país", y consideró que no es real, aunque reconocía que después de algunos "sucesos puntuales", se procedió a reforzar la presencia de agentes de la Policía Local en esas zonas termales. El concejal anunció que una vez se aprueben definitivamentelos presupuestos se acometerán actuaciones para mejorar la situación de esas áreas, en la que aumentó el número de visitantes.

El PSOE, las procesiones y el "debate mediático"

Estaban claras las posturas, aunque el portavoz popular, Rosendo Fernández, tenía sus dudas sobre la de los socialistas, por entender que "no participan de ese cáliz" que presentaban los nacionalistas, a los que reprochó su "falta de respeto institucional" al no asistir a las procesiones religiosas, a las que sí acuden los socialistas.

También estaba intrigado por conocer el posicionamiento del alcalde, Francisco Rodríguez, sobre todo después de afirmar que el cobro del IBI a la Iglesia era "un debate mediático". Unas idas y venidas del regidor municipal que no sorprenden a Fernández, ya que el regidor "está más preocupado de contentar a sus socios €los nacionalistas€ que de defender una postura coherente". Rodríguez se limitó a señalar que su organización política, el PSOE, "lo tiene muy claro, y la acato".