Ante la gran capacidad de dispersión y reproducción del mejillón cebra en los ríos, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) ha iniciado una campaña divulgativa en toda la cuenca para evitar la propagación de este molusco invasor y altamente resistente a todo tipo de condiciones ambientales.

Fuera de su hábitat natural, este mejillón de agua dulce compite por el alimento y el espacio con las especies autóctonas, amenazando su supervivencia. Todavía no se ha constatado su presencia en aguas de Ourense, pero sí en ríos como el Ebro, cuyo organismo de cuenca se ha gastado 22 millones de euros a causa de los daños producidos por el molusco invasor.

Con el fin de evitar su entrada en la cuenca Miño-Sil, la confederación ha iniciado esta campaña dirigida a toda la población y en particular a los que soliciten al organismo hidráulico la autorización de navegación.

La presencia del mejillón cebra en los ríos reduce la biodiversidad de los ecosistemas y obstruye captaciones de agua causando problemas económicos y de funcionamiento en las centrales hidroeléctricas, instalaciones de riego y abastecimientos. Además, coloniza las orillas de los ríos y embalses, provocando malos olores y riesgo de cortes para los bañistas.

A través de folletos divulgativos, la Confederación expone los pasos a seguir para combatir el mejillón cebra, aunque la única forma considerada eficaz, dice el organismo, "es prevenir su entrada en las cuencas que no han sido invadidas, como es este caso". Así, existe un protocolo de desinfección del material que ha estado en contacto con el agua para evitar la propagación.

Se requiere, entre otras cosas, vaciar el agua de depósitos, motores y cubos de cebo de las embarcaciones, así como retirar todos los restos adheridos de vegetación, animales o barro. También se pide lavarlas con agua caliente a presión, especialmente en rincones y cajones. El material pequeño se fumigará con una solución desinfectante y habrá que dejar que todo se seque completamente. Por último, el agua utilizada para la limpieza debe eliminarse lejos de los ríos, embalses y corrientes de agua.