En la vida se producen a veces giros draconianos y el género documental, pragmático ante todo, está ahí para darles cobijo. Enrique Nicanor, director del Festival de Cine Internacional de Ourense, hablaba ayer del "efecto espejo"que revoca la apatía del espectador mediante historias como la que retrata "Forgetting Dad", un documental autorreferencial en el que el director transpone las frustraciones y emociones que surgen en su familia tras la repentina enfermedad de su padre.

Rick Minnich presentaba ayer en Ourense los argumentos de esta historia, bañada de realismo y de un desapego familiar que se ha enquistado: "a veces echo de menos hablar con mi antiguo padre", lamentaba el estadounidense delante de la prensa.

Hace 20 años, su progenitor sufrió un accidente de tráfico aparentemente inofensivo que, sin embargo, arrojaba unos días después consecuencias lesivas para el resto de la familia. Los médicos, desconcertados, no encontraron evidencias físicas de una amnesia que, por encima de todo, le ha hecho olvidar a su mujer y a sus hijos. "A veces no encontramos respuestas", recordaba Minnich, lacónico.

Añadía, a pesar de todo, los efectos perniciosos en la convivencia doméstica derivados del olvido. "La realización habla de un milagro, porque mi padre tuvo que aprender desde el inicio a ler, a escribir y a andar".

El director se enfrenta a su propia historia y, según relató ayer, descubre "caras ocultas de la familia que convierten el documental en un film de detectives". Para ganar enfoque, recurre a Matt Sweetwood, codirector y una ayuda en el guión, aplicando al memorando familiar la dosis justa de distancia.

Fronteras

De directores estadounidenses, "Forgetting Dad" ha sido producida en Alemania, donde Rick Minnich reside desde 1999. La cinta tiene unas peculariades que la hacen universal, según consideraba ayer Enrique Nicanor: "podemos vernos a nosotros mismos a través de películas como ésta, que cruza fronteras"