La Consellería do Medio Rural ha elevado el Índice de Risco Diario de Incendio Forestal a nivel “muy alto” en las comarcas ourensanas de O Ribeiro, Valdeorras y Monterrei. La provincia se lleva la palma al concentrar la mayor parte del territorio gallego en alerta máxima por incendios. La única zona fuera de la provincia que responde a un grado de peligrosidad “muy alto” es la limítrofe comarca luguesa de Lemos.

Los índices de medición de la Xunta se establecen en base a la conjunción de una serie de factores como son la situación meteorológica, la cantidad de biomasa sin retirar de las fincas, el estado de las infraestructuras preventivas de las masas arbóreas y el estado del suelo.

Precisamente, esta tercera semana de agosto está reuniendo varios de estos factores adversos. Al mal endémico de la sobreabundante acumulación de masa forestal sin retirar en los abandonados montes ourensanos se le suma el aumento de las temperaturas y la presencia de vientos.

El nivel de riesgo “muy alto” se corresponde con la cuarta posición en una escala del uno al cinco. Esto significa que el porcentaje de riesgo de incendios forestales oscila en el 69 y el 80 por ciento de posibilidades.

Las previsiones meteorológicas para mañana son similares porque las altas presiones seguirán elevando el mercurio por encima de los 30 grados en la mayor parte de la provincia. Esta situación, unida a la presencia de vientos de componente Norte, convierte a los montes con grandes cantidades de biomasa en una auténtica bomba de relojería.

Las estadísticas tampoco son demasiado halagüeñas con la situación. Y es que el 50 por ciento de todos los incendios que se producen durante los meses de verano en Galicia se localizan en la provincia de Ourense. Estos datos también coinciden con la máxima de que “cuanto más al sur, más incendios forestales”.

Ley de Prevención

La provincia de Ourense está considerada como una Zona de Alto Riesgo (ZAR) en una gran parte de su territorio, 60 de sus 92 concellos están incluidos dentro de esta denominación. Tal especificidad obligó a extremar la vigilancia en seis concellos ourensanos, incluida la capital, según consta en el Plan de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais de Galicia (Pladiga 2009) elaborado por la Consellería de Medio Rural, mediante el que se incrementará el operativo contra incendios.

A pesar de que el nuevo ejecutivo autonómico ha reservado cierto margen de maniobra para la provincia, uno de los aspectos más polémicos de las políticas de prevención sigue girando entorno a la actual falta de aplicación de la Lei Galega de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais que creó el anterior Gobierno bipartito.

Técnicos e ingenieros forestales han levantado la voz de alarma por el descuido de la Xunta sobre este tema, ya que eluden imponer sanciones a los propietarios que no limpien sus fincas. Asimismo, la Xunta ha suspendido las ayudas para dinamizar el agro y ha anulado los convenios de limpieza con más de dos cientos concellos, según denunció el ex secretario xeral de Montes, Alberto Blanco. En este sentido, Blanco se lamentó de que se eche por tierra el trabajo de concienciación ciudadana del bipartito, tras la oleada de incendios en 2006, sobre la necesidad de mantener los montes limpios, y tilda de “irresponsable” la actitud de sus actuales continuadores en el cargo.

El servicio de meteorología de Galicia vaticina una tregua a partir del próximo jueves, cuando las temperaturas comenzarán a descender por debajo de los 26 grados. Esta considerable moderación del tiempo se corresponde a la influencia de un frente anticiclónico débil que dejará cielos nubosos en la mayor parte de la provincia.