El BNG de Rairiz de Veiga afrontará un cambio de estrategia para responder al alcalde de la localidad, el ahora independiente Xaquín Rodríguez Ambrosio, que ha decidido abandonar las filas nacionalistas por “desafeccións cos compañeiros e cabreado polo que el chama acoso da CIG”, según opinan algunas fuentes próximas al propio alcalde.

El grupo comarcal nacionalista, que lidera el senador Xosé Manuel Pérez Bouza, expulsará del grupo local y, consecuentemente, de la acción de gobierno a aquellos concejales que decidan apoyar y seguir los pasos del alcalde. “No mes de setembro todo isto collerá forma. A partir de agora vou contactar cos concelleiros para ver o que quere facer cada un. Os que sigan a Xaquín serán suspendidos de militancia”, respondió taxativamente Bouza.

Según ha comunicado a este periódico, una posible configuración del nuevo gobierno constituiría un plenario con 3 ediles del BNG, 2 del PP, 1 del PSOE y 2 concejales más que podrían coaligarse junto al alcalde de Rairiz de Veiga. En consecuencia, la estabilidad del concello hasta las próximas elecciones municipales, en 2011, podría verse afectada al perder Rodríguez Ambrosio el garante de la disciplina de partido, con los votos favorables que ha tenido hasta el momento de los tres representantes nacionalistas que en principio declinarán seguir los pasos del regidor. Con todo, la estrategia del grupo frentista no pasa por acometer una moción de censura contra el alcalde, “algo totalmente descartado”.

Pérez Bouza sí confirma la intención del BNG en el caso de que Rodríguez Ambrosio no se retracte y respete la intención del grupo local. “Pedirémoslle aos concelleiros que decidan quedar no BNG que colaboren para facer labor de oposición, apoiando o que se considere interesante para Rairiz de Veiga”.

En el seno de militancia del BNG no ha sentado bien la decisión de Xaquín Rodríguez Ambrosio, especialmente tras desvelar su aparente malestar con los compañeros de gobierno.

“O BNG respecta unha decisión que é persoal pero non comparte nin a maneira de producirse nin tampouco os argumentos que deu Xaquín. Nós entendemos que cando te presentas a unhas eleccións amparado por unha formación política, debes responder durante os 4 anos da lexislatura”, reivindica Pérez Bouza. El senador reconoce que Xaquín Rodríguez Ambrosio envió una carta solicitando a los militantes del BNG su apoyo y, en concreto, el respaldo unánime frente al sindicato de la CIG que lidera en A Limia Anxo García, con el que el alcalde ha mantenido disputas muy agrias. “Unha cousa é a CIG e outra o BNG”, concluye Bouza.

Pugna entre el Concello y la CIG desde 2005

Las fuentes del BNG consultadas por este periódico comentaban lo que Pérez Bouza ha expresado oficialmente: en los últimos años se han producido divergencias importantes entre el grupo de gobierno y la central sindical CIG, que lidera en la comarca de A Limia Anxo García. Algunos militantes nacionalistas aprecian una especie de choque de individualidades y aventuran que “os dous son persoas especiais. Xaquín practica un goberno moi peculiar, gústalle mandar, e Anxo ten problemas con el desde a disolución da Mancomunidade de A Limia”, en 2005, que ocasionó la recolocación de sus empleados en diversos concellos de A Limia.

El sindicato ha denunciado violaciones de los derechos de estos trabajadores por parte del consistorio, que han provocado varias sentencias contrarias al Concello que acarrean sanciones. La más reciente es una del TSXG que declaró nulo el despido de una trabajadora social, readmitida en la plantilla de Rairiz. Así, Anxo García se desmarca “de cualquier cuestión persoal” y habla de que el concello ha padecido “un quebranto institucional e económico polas máis de 15 sentencias en contra con respecto a normativas laborales”. Según el sindicalista, la cuantía de todas las infracciones acumuladas hasta el momento ya supera los 50.000 euros.

“Marcharse é un erro aínda que nós xa o esperabamos desde hai moito tempo”, aprecia una fuente del BNG en declaraciones a FARO, y añade a los motivos que podría haber tenido Rodríguez Ambrosio para abandonar el partido “a falta de sintonía co aparato de decisión do BNG”, especialmente con la corriente política mayoritaria que forma la Unión do Pobo Galego.