El alcalde de Ourense, el socialista Francisco Rodríguez, optó ayer por escudarse en el pacto de gobierno con el BNG, para evitar intervenir en la crisis en que está inmerso el grupo nacionalista después de que la concejala Marta Arribas presentase su dimisión como responsable del área de Termalismo.

Se pasó de lo que no era un objetivo prioritario, argumento esgrimido por el teniente de alcalde, el nacionalista Sánchez Vidal, cuando el alcalde realizó los “ajustes y retoques” en la parte socialista del gobierno, a convertirse en una remodelación en toda regla, provocada por las diferencias en el seno del grupo municipal del BNG, que se fueron acentuando después de las elecciones autonómicas del 1 de marzo.

Pero Francisco Rodríguez, que mantuvo una reunión con Sánchez Vidal, quiso trasladar ayer una sensación de normalidad, y así recalcó que “todo está solucionado”, una vez que el teniente de alcalde le comunicó de forma oficial que asumirá personalmente el área de Termalismo, que en el reparto realizado en el momento de la firma del acuerdo para la formación del gobierno bipartito, le correspondió a los nacionalistas.

De ahí que en la jornada de ayer el alcalde, a través del correspondiente decreto, rubricase el cambio de competencias en esa área municipal, y diese por zanjado un problema surgido en el grupo de los socios de gobierno municipal.

Capacidad

Una de las cuestiones que le fueron planteadas a Francisco Rodríguez es si no serían demasiadas las competencias que pasa asumir el teniente de alcalde.

Después de indicar que las competencias delegadas que tenía hasta este momento Sánchez Vidal eran las relacionadas con el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) y Vivienda Pública, destacó la “capacidad suficiente” que tiene para poder asumir la de Termalismo.

Lo confirmó el alcalde, que daba por cerrada una remodelación salpicada por las crisis, ya que Marta Arribas seguirá al frente de las áreas de Xuventude, Igualdade y Voluntariado.

En relación a la crisis en la que se encuentra el grupo municipal del BNG, y que el portavoz del grupo y teniente de alcalde niega a través de su gabinete de comunicación, Francisco Rodríguez dijo que “quiero ser respetuoso”, aunque considera que la situación sufrió una importante variación después de que “se perdieran las elecciones autonómicas”, y no se pudiese renovar el gobierno bipartito en la Xunta de Galicia.

Es por eso que se escudó en que se trata de “un problema interno en el que no debo entrar”, y subrayó que “lo deben resolver los integrantes del BNG”.

Lo que espera el alcalde es que el problema “se resuelva cuanto antes”, para de esa forma retomar la actividad de la gestión, en este caso concreto en lo concerniente al área de Termalismo, que considera especialmente importante para el futuro de la ciudad.

Evitó hacer referencia a las criticas vertidas por parte del grupo municipal del PP en el sentido de que “es una moción de censura a la gestión del BNG” la dimisión de Arribas.